Cada vez que hago una fiesta, especialmente en verano, me quedo con mucha cerveza que no quiero. Incluso si no he tenido invitados recientemente, a menudo hay una lata perdida en la parte trasera de mi refrigerador, esperando ser abierta en un día que tal vez nunca llegue.
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Cuando abro una cerveza, no necesariamente siempre quiero terminarla; tal vez es una noche entre semana y no puedo comprometerme con una bebida completa. Tal vez es mi tercera cerveza y decido que no quiero terminar la botella. Cualquiera que sea el caso, inevitablemente hay días en los que me encuentro tirando tristemente la segunda mitad de una cerveza por el desagüe. Si bien algunos de ustedes pueden estar horrorizados, estoy segura de que incluso los bebedores de cerveza más ávidos dejan algo de sobra de vez en cuando. Si alguna vez te encuentras con la mitad de una cerveza lager sobrante, algunas latas viejas en tu refrigerador que nadie parece querer, o simplemente te gustaría intentar cocinar con cerveza con más frecuencia, hay muchas maneras en las que puedes usar la cerveza. en la cocina. He aquí por qué vale la pena abrir una lata o una botella para su próxima comida casera.
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La cerveza puede infundir a los alimentos sabores a lúpulo, malta y ácidos
A menudo pensamos en vino o licor cuando preparamos una salsa sabrosa (hola, pasta alla vodka), pero la cerveza también funciona bien para ciertas salsas.
¿Hacer una salsa de sartén para saltear pollo o cerdo? Sustituye el vino por cerveza; desglasará la sartén como el vino y agregará notas ácidas similares pero ligeramente más apagadas. Puede adaptar la cerveza que usa al sabor que desea en su salsa: pruebe una lager para una salsa de pan más ligera similar a la hecha con vino blanco, o usa una cerveza negra para algo más amargo y robusto. Incluso, he llegado a reemplazar el vino blanco requerido en un risotto con cerveza, y el plato terminado tenía un sabor ligeramente más a nuez y terroso. Y por supuesto sería negligente hablar de aprovechar el sabor de la cerveza sin mencionar la clásica combinación de Sopa de Cerveza y Queso Cheddar. Si anhelas algo acogedor durante los meses más fríos, prepara un buen estofado de ternera con cerveza en lugar de caldo; es un movimiento clásico en la cocina belga.
Usa la cerveza como líquido de cocción para estofar, cocinar al vapor y más…
La próxima vez que estés haciendo un marinado, intenta agregar un poco de cerveza. Al igual que otros líquidos que se usan para marinar, remojar en cerveza ayudará a garantizar que la comida se mantenga húmeda mientras se cocina, y contiene enzimas que pueden ayudar a ablandar la carne. O puedes usar cerveza para cocinar sus ingredientes. Los mariscos combinan bien con los sabores crujientes y ligeros de una cerveza, así que prueba camarones, almejas o mejillones al vapor en cerveza.
La cerveza también funciona bien como líquido para estofar; agrega notas aromáticas a lo que sea que estés cocinando y, la acidez hará que la carne se deshaga. Las versiones alemana y alsaciana del plato clásico coq au vin a menudo piden cerveza malteada en lugar de vino. Si una receta de estofado requiere vino blanco y no tiene ninguno a mano, puedes hacerlo fácilmente con las dos últimas latas de un paquete de seis Miller Light.
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La cerveza puede crear alimentos fritos ligeros y aireados y productos horneados
Las burbujas de la cerveza la convierten en un gran ingrediente para usar en rebozados. La carbonatación se evaporará a medida que la comida se fríe, dejándote con una capa etérea y ligera sobre lo que estés cocinando, similar a la tempura. Probablemente hayas oído hablar del pescado rebozado con cerveza, pero imagina platos como los esponjosos buñuelos de cangrejo azul y las cuajadas de queso frito cubiertas con rebozado de cerveza también. ¿No quieres freír? Aprovecha las burbujas de cerveza agregándolas a una hogaza de pan rápido, donde ayudará a mantener la miga ligera y aireada.
Congela tu cerveza
Si te encuentras con una lata de cerveza abierta que no puedes terminar, pero no estás listo para cocinar con ella ese día, simplemente congélala. La cerveza congelada no es buena para beber, pero funcionará bien para cocinar. Si bien no puedes congelar latas enteras de cerveza (spoiler: explotarán), puedes verterlas en una bandeja de cubitos de hielo sin tapa, lo que le dará espacio para expandirse un poco. La cerveza perderá su carbonatación a medida que se congele, por lo que no recomendaría usar cerveza congelada en una masa, pero ciertamente puede arrojar algunos cubos congelados en una sartén para hacer una salsa de pan. Con un congelador lleno de cubitos de cerveza y un arsenal de recetas listas, estará preparado para aprovechar el sabor y la efervescencia de esta bebida clásica en cualquier momento.
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