Cómo rostizar un pollo de forma correcta

Hay muchas maneras de hacerlo, pero te garantizamos que esta es la manera de hacerlo.

mayo 4, 2020

Cómo rostizar un pollo de forma correcta

Foto: Pixabay

Si le preguntas a un grupo de cocineros sobre cuál es la mejor forma de rostizar pollo, estoy segura que tendrás una lista de respuestas contradictorias. Hay muchas opiniones sobre cómo obtener una piel crujiente, dorada perfecta y un interior jugoso y suculento. Podrías comenzar a asar el pollo con un horno frío, o secarlo con una secadora de cabello, marinar y cortar en mariposa para que se cocine plano, asarlo sobre vegetales para que absorban esa deliciosa grasa de pollo en el camino, rellenarlo con ajo y hierbas o marinarlo en suero de mantequilla antes o colocarlo sobre una lata de cerveza. Incluso puedes asar el pollo en una sartén o en una parrilla para asar. La realidad es que no hay una manera correcta de rostizar el mejor pollo. Pero definitivamente hay algunos trucos que te ayudarán a lograr el pollo rostizado de tus sueños.

Compre el ave correcta

Un ave de 1 kilo 300 gramos es especialmente fácil de asar a altas temperaturas, ya que es lo suficientemente pequeño como para que la carne oscura se cocine y que la piel se vuelva dorada y crujiente. Si tu ave es mucho más grande que eso, tomará más tiempo cocinarla, lo que significa que la carne de pechuga sea propensa a secarse más rápido. Para evitar eso, busca un pollo más pequeño. Si necesitas servir a una multitud más grande, compra dos pollo pequeños, ambos quedarán muy jugosos.

Sube la temperatura

Antes de cocinar, asegúrate de que tu horno esté bien caliente (200-230 °C) para que la piel tenga la oportunidad de dorarse inmediatamente. Un termómetro de horno es un utensilio útil para que todo esté en orden.

Prepara el pollo

Para que tu pollo asado tenga una piel hermosa y crujiente, debes asegurarte de que esté seco. Más humedad significa que la piel se vaporizará en el horno, lo que significa que la piel será flexible y grasosa. Conseguir que esté lo más seco posible debería acelerar el proceso para que sea crujiente. Además, también puedes usar otro truco útil: afloja la piel del resto del pollo deslizando tu mano entre la piel y la carne, teniendo cuidado de separarlo y que no se rasgue.

Añade hierbas aromáticas simples

Puedes poner aromáticos como el ajo y las hojas de laurel directamente debajo de la piel del pollo, así como en las cavidades del ave. Eso significa más oportunidades para que el pollo desarrolle sabor. Si no tienes o no son lo suyo, puedes usar tomillo fresco, mejorana o romero en su lugar.

Frota el pollo con aceite y sazona bien

Una vez que tengas tus hierbas aromáticas debajo de la piel, frota la parte exterior con aceite de oliva y sazona con sal y pimienta. Transfiere el pollo a una charola poco profunda y coloca más hojas de laurel debajo de los muslos y las patas. Ata las piernas junto con el hilo de cocina, esto creará el efecto de pollo rostizado que tanto vemos en los libros y revistas de cocina.

Rostiza hasta que no salgan jugos rosados

Coloca el pollo en el horno en una charola poco profunda durante aproximadamente una hora, y gira para que cualquier punto del pollo se caliente. El pollo estará listo cuando no salgan rosados. Para esto separa la pierna y la carne cerca del muslo e inserta un termómetro, este debe registrar una temperatura de 75 a 80°C. Es importante que después lo dejes reposar durante 10 minutos. Después, retira las hojas de laurel debajo de la piel, corta y disfruta del mejor pollo rostizado.

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