El agua de tuna es una de las aguas frescas menos conocidas, aún cuando es una opción muy saludable y refrescante para acompañar tu día a día. Esto, gracias a todas las propiedades naturales que aporta.
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Si quieres darle un toque más dulce a tu hidratación diaria siempre resultará más saludable que elijas un agua natural en lugar de otra bebida procesada o con endulzantes y colorantes artificiales añadidos.
México es un gran productor de tuna, entre los meses de julio y septiembre es la temporada más fuerte e ideal para consumirla. La variedad más utilizada, especialmente para preparar agua de tuna es la verde llamada reina o de pulpa blanca.
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Dentro de los beneficios más importantes de esta fruta están el fortalecimiento del sistema inmunológico, el mejoramiento de la digestión y su gran cantidad de antioxidantes. El agua de tuna, además de ser muy refrescante, ayuda a hidratar el organismo y mantener en buen funcionamiento todos los sistemas.
Además, es fácil de preparar y si quieres potenciar su sabor puedes añadir un poco de limón, pepino o semillas de chía a la receta. No es necesario quitar las semillas de la pulpa, son totalmente comestibles y se trituran fácilmente, por lo que solo debes asegurarte de pelarlas correctamente. Para hacer este paso solo debes hacer dos cortes en los bordes y después uno transversal.
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Si quieres darle un toque más saludable, te recomendamos no añadir azúcar a tu receta, ya que es una fruta que suele ser dulce por si sola. Ahora solo falta que pongas manos a la obra y sigas nuestro paso a paso para prepararla y refrescar tu día.
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