¿Realmente es bueno comer semillas de chía?

Descubre la verdad sobre esta superfood.
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Las semillas de chía se han posicionado como una de las superfoods más populares y consumidas, pero no es un alimento milagroso ni mágico, por lo que tiene su lado bueno y otro que deberías empezar a observar ahora.

Las semillas de chía provienen de la planta Salvia hispánica, originaria de México y Guatemala, aunque actualmente se cultivan en diferentes países de Sudamérica. La chía es conocida desde la época prehispánica, los aztecas la cultivaban y la consideraban como un poderoso alimento para los guerreros gracias a sus diferentes propiedades.

Dentro de los beneficios de consumir semillas de chía se encuentra un aporte instantáneo de energía, sensación de saciedad prolongada, mejoramiento muscular y el funcionamiento del sistema cardiovascular.

Es cierto que la chía ofrece valiosos nutrientes a nuestro organismo, sus semillas son una gran fuente de fibra, proteínas vegetales, grasas buenas, antioxidantes, minerales y vitaminas, pero no por eso son milagrosas, tienen efectos secundarios, sobre todo cuando no se utilizan correctamente y se consumen en exceso.

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Lo ideal es hidratar las semillas de chía antes de consumirlas, para ello se deben remojar en agua al menos unos 20 minutos para que puedan absorber el líquido, verás que se hincharán y se harán gelatinosas, así sabrás que están listas para añadirse a tus recetas de batidos, pudines, cocteles de fruta, smoothie bowls y algunos postres.

Debes tener cuidado de no excederte de los 15 g de este ingrediente, por lo general hay que utilizar 9 veces más de líquido que la cantidad de semillas de chía ( ¾ de taza de agua por 1 cucharada de chía). También puedes consumirlas secas, pero de preferencia molidas y así incorporarlas a recetas como galletas, panes o bebidas.

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Foto: Pexels

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Contras de las semillas de chía

  • Su alto contenido de fibra en exceso puede provocar algunos malestares gastrointestinales, desde una inflamación o distención del abdomen, hasta una mala absorción de minerales como el hierro y el calcio.
  • Al igual que los frutos secos, la chía concentra una cantidad de calorías considerable, por cada 100 gramos aporta 500 kcal, otra razón que explica por qué es importante consumirlas en pequeñas cantidades.
  • A pesar de su fama como poderoso alimento apto para las dietas, estas semillas no son milagrosas y no ayudan a perder peso mágicamente por sí solas, aunque sí brindan una sensación de saciedad más prolongada y mejoran la masa muscular, los resultados dependen más de una buena alimentación general y actividad física constante.
  • Las semillas de chía son una buena fuente de compuestos anticoagulantes naturales, por ello se debe tener precaución si se ingiere un medicamento o fármaco con esta misma función, ya que aumenta el riesgo de presentar sangrados o hemorragias.

En conclusión, la chía no es ni buena ni mala, como muchos ingredientes, todo depende de la medida y la forma en la que se consuma, lo mejor siempre es consultar a un especialista para que te guíe correctamente.  

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