Los hongos de lluvia no se han convertido en uno de los ingredientes más valorados de la gastronomía por casualidad. Su untuosidad, textura carnosa y sabor terroso y a nueces pueden volverlos protagonistas de muchos platillos.
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En México hay muchas variedades y durante esta época puedes ir a los mercados donde usualmente afuera hay señoras con canastas que buscan vender los que encontraron por la mañana. Estos son algunos de los más populares.
Pambazo o Porcini
Estos son unos de los favoritos, su gran tamaño lo vuelven en una opción que los chefs utilizan mucho por la textura carnosa que pueden aportar. Usualmente estan cerca de árboles de abeto y robles, por lo que también tienen sabores amaderados, avellanados y terrosos.
Una buena forma de cocinarlos es con un poco de mantequilla, cortarlos en rebanadas gruesas y asarlos con un poco de cebolla y tomillo, agrega sal al gusto. Al no combinarlos con otras cosas podrás probar su sabor real. Acompañalos con un arroz sencillo o una ensalada.
Hongos azules o Lactarius indigo
El azul intenso de este hongo lo vuelve muy llamativo, pero este no es su único atributo. Su sabor es ligeramente ácido y dulce con esas notas distintivas de los hongos. Cocinado con aceite de oliva, cebolla y epazote a fuego medio quedan buenísimos. Mi recomendación es que te hagas un taco con la preparación, un par de rebanadas de aguacate y queso de rancho.
Morillas
Posiblemente los más populares de los hongos que crecen en el país. Estos delicados manjares tienen notas a nuez y avellana, son comunes en los bosques de coníferas y se pueden secar para usarse después. Su sabor es delicado, por lo que no combiene combinarlas con muchas cosas, asadas con mantequillas en una pasta con chícharos y parmesano es una receta común, fácil de hacer y una apuesta segura.
Duraznillo o chanterelle
Su forma ondulada de ribetes es una de sus prinicpales características. Este hongo amarillo sabe mejor si lo partes a la mitad y lo cocinas con mantequilla y tomillo.
Clavitos
Los más comunes de todos, su sabor es similar al de los champiñones comunes pero más intenso y terroso. Una de las formas más comunes de prepararlo es en una sopa, asa los hongos primero con ajo, cebolla, aceite y epazote a fuego muy bajo, después de un par de minutos agrega agua y deja cocinar por unos 40 minutos. Esto hará que el caldo sea rico en sabor.