
La polenta es un platillo que consume mucho en el centro y norte de Italia. Está elaborada de harina de maíz granulada y por lo general se cocina como si fuera avena. Con el tiempo el estilo de cocción evolucionó y ahora podemos encontrar pequeños bastones de polenta fritos y espolvoreados con queso parmesano en los restaurantes y cafeterías de la ciudad. Aquí te decimos cómo hacerlo.
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¿Qué necesitas?
2 ½ tazas de leche
¼ de taza de caldo de pollo
1 cucharada de mantequilla
4 tazas de polenta seca
1 taza de queso parmesano rallado
1 pizca de sal y pimienta
½ taza de aceite de canola para freír
¿Cómo se hace?
1. En una olla grande calienta la leche, el caldo y la mantequilla hasta que hiervan, después incorpora la polenta. Utiliza un fuego medio/ bajo ya que se puede quemar con facilidad.
2. Revuelve muy bien , hasta que esté todo incorporado, aproximadamente por 30 minutos.
3. Añade el queso, sal y pimienta. Retira del fuego.
4. En una charola de metal grande extiende la mezcla, evita que tenga grumos y que esté pareja. Refrigera sin cubrir para que enfríe más rápido.
4. Una vez fría, corta bastones medianos y fríe en un sartén mediano (previamente caliente y con el aceite).
5. Una vez dorados, retira del fuego y quita el exceso de grasa.