La Gran Cantina Filomeno, el lugar del momento en la Roma — Cortesía

La Gran Cantina Filomeno ha sido conceptualizada por el anticuario y escritor Daniel Liebsohn, el productor Santiago García Galván y el restaurantero George Diamandopoulos. Su transformación es un oasis gastronómico donde lujo, arquitectura, arte y diseño se combinan con la tradición culinaria mexicana.

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Escondido en una esquina de la plaza Río de Janeiro se encuentra un edificio diseñado por el renombrado arquitecto Daniel Ruiz Benítez en el siglo XIX, lugar que alberga la cantina. La Gran Cantina Filomeno nos traslada a la época porfiriana, con una rehabilitación que permite el acceso a los salones con boisseries, ambientado con vistosos paneles de madera pintados a mano con motivos mexicanos y corladuras en oro y plata. Llaman la atención los imponentes retratos de Carmencita y Concha junto al de Filomeno de 1909 que preside la gran barra.

Pero sin duda, uno de los atractivos de la cantina es su cocina, ejecutada por el chef Alfredo González Rivas (lo recordarán por ser el chef de Antifine Dining), junto con un equipo de mayoras, de diferentes cantinas y hogares mexicanos. El resultado ha sido un menú clásico al que añaden algunas técnicas más contemporáneas.

Nuestros favoritos fueron los sopes de tuétano, la ensalada de tomate, el aplaudido cóctel de camarón Acapulco, el chamorro que se deshace en boca, y el tradicional pescado a la sal. También aplausos para el flan (hecho con leche condensada) servido en mantequillera con baño de oro. Vinos internacionales y mixología completan esta fastuosa oferta.

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