Un cigar sommelier nos aclara dudas sobre el mundo de los puros

¡Adiós a las cortinas de humo! El cigar sommelier Héctor Habid nos aclara todas nuestras dudas sobre el fascinante mundo de los puros.

noviembre 18, 2020

Un cigar sommelier nos aclara dudas sobre el mundo de los puros

Foto: Joris Visser/ Unsplash

Según los expertos, un puro de calidad requiere de buena tierra, de un tabaco cuidado en el campo, de un proceso de secado preciso, de fermentaciones en tiempo y forma y de una destreza artesana para enrollarlo. Todo para que exprese los aromas y sabores de su origen. El joven emprendedor y cigar sommelier, Héctor Habid, nos ayuda a aclarar todas las dudas sobre este enigmático y nebuloso tema.

Para este cigar sommelier, la materia prima más destacada proviene de Cuba, pero la mejor confección está en Centroamérica, específicamente en Nicaragua.

Puro
Foto: Yohan Cho / Unsplash

ABC: Las partes del puro

Tripa: Son las tres primeras hojas de tabaco que van enrolladas unas con otras. A las hojas superiores se les llama ligeras, a las de en medio, secas, y a las inferiores, volado. Esta parte aporta fortaleza, combustión y sabor al puro.

Capa: Es la hoja más fina y elástica, es la que viste al puro. Existen más de 250 tipos de tonos distintos para realizar la capa.

Capote: Es la hoja de tabaco que sostiene a la tripa. Su función es darle forma y estructura al puro. Se realiza con un molde; se coloca en una presa por aproximadamente 1 hora. 

Boquilla: La boca de un puro. 

Perilla: La tapa de un puro.

Puro
Foto:  Mohd Jon Ramlan / Unsplash

La manera de encenderlos

Aunque hay otras formas de cortar la cabeza del puro y retirar su tapa, lo mejor es utilizar una guillotina de doble navaja. “Así como un vino necesita un sacacorchos, un puro necesita un cortador. Mejor no improvisar con los dientes ni con ningún otro objeto.” Para encenderlo, lo más recomendable es hacerlo con cerillos –los mecheros de gasolina o las velas podrían enturbiar el sabor–. Eso sí, ten cuidado de prender la base de la circunferencia y no quemar el cuerpo del puro. 

Clasificaciones

Por su forma, los puros se clasifican en vitolas –hay más de 200 en el mercado–, que toman en cuenta tanto el largo del puro como su grosor (tamaño del cilindro). De la combinación de ambas características dependerá el tiempo de fumada y la intensidad aromática.

Algunos ejemplos de vitolas: 

  • Petit Corona: 30 minutos de fumada.
  • Corona: 30 minutos de fumada.
  • Robusto: 45 minutos de fumada.
  • Churchill: 60 minutos de fumada.
  • Double Corona: 75 minutos de fumada.

Por su fortaleza, los puros se dividen en suave, medio y fuerte, con sus variables como son medio suave y medio fuerte.

Puro
Foto:  Étienne Beauregard-Riverin / Unsplash

El arte de disfrutarlos

Como en las uvas para el vino, existen variedades de tabaco. A eso hay que añadirle las regiones de plantación, los procesos de fermentación y el saber hacer de cada familia. Cada puro es una receta única, por lo que sus características organolépticas serán especiales. En general las notas que podrás encontrar en la mayoría son las de tipo terroso, de tipo animal, maderas y frutos secos. Tómate el tiempo para notarlas.

Puro
Foto:  Matthias Jordan / Unsplash

¿Cómo potenciar la experiencia?

Héctor Habid explica que el puro es un producto muy intenso aromáticamente, por lo que si quieres acompañarlos con alguna bebida, lo mejor es optar por destilados con añejamiento como el coñac. “Los aromas terciarios de este tipo de bebidas son muy similares a los del puro.”

¿Cómo conservarlos?

Las hojas de tabaco son sometidas a un proceso de fermentación, por lo que en ellas existe cierta concentración de aceites y azúcares volátiles que se pierden si los puros no se conservan correctamente. Para mantener todos sus atributos es necesario cuidar tanto el nivel de humedad como el de temperatura. Habid recomienda mantenerlos en un recipiente hermético a una humedad relativa mínima de 70% y una temperatura ambiente entre 16 y 18 oC.

¿Sabías que…?

Las palabras puro y habano no son sinónimos: habano es una denominación de origen, por lo que sólo pueden nombrarse así a los puros procedentes de Cuba.

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