Sonia es un nuevo restaurante ubicado en la colonia Juárez, un espacio que se siente como el homenaje a la comida de las abuelas, en especial aquellas migrantes europeas

Entré a Sonia y con lo primero que me topé fue con sus libros vintage y fotos en sepia que colgaban de las paredes, que inevitablemente despertaron en mí una sensación de nostalgia. El acogedor espacio, me recordó la casa de mi bisabuela y me hizo sentir bienvenida. Cuando te sientas en la parte principal del restaurante —lo que alguna vez fue la estancia de una casa—, justo a un lado de la terraza, se puede apreciar una barra de donde salen coloridos y refrescantes cocteles. Todo el aspecto es muy casero pero con una pincelada de modernidad. Del otro lado se puede apreciar la cocina, que es un espacio abierto, ahí se encuentran alrededor de 5 personas coordinando los platillos que salen a la mesas.

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Para empezar la comida, probé uno de los cocteles antes mencionados, tenía mezcal, toronja y un poco de licor de chile ancho. Su sabor era bueno pero a mi parecer le faltaba un poco de acidez de la toronja.

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El menú fue creado por el chef Edgar Delgado, que también está encargado de la cocina de Parrilla Paraíso al sur de la ciudad.

El menú es muy variado y con una fuerte influencia italiana y argentina. Puedes comer una ensalada con jitomates y ricotta, pasta o una alcachofa rellena con sabayón de queso y poro. Pero sin duda una de las estrellas del lugar es el vitel toné, un platillo típico de Piamonte y muy popular en Argentina. Es un platillo poco común en los menús de la ciudad y aquí lo preparan con carne de res fileteada en finas lonjas, bañada de una salsa especial de yema de huevo, lomo de atún, aceite y alcaparrones. 

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Para los postres, la mejor opción es un untuoso camote en tacha con una espuma de leche y especias, la textura es súper suave y delicada. Es un homenaje a las sobremesas familiares.

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Como todo nuevo restaurante, Sonia, a sus escasas dos semanas de apertura, tiene áreas de oportunidad. Les falta dominar el manejo de texturas, por ejemplo. Luego el balance de sabor de los ravioles con salvia y calabaza es muy bueno y se pueden apreciar todas las especias, sin embargo, le faltaba cocción a la pasta. Son detalles que con el tiempo seguro mejorarán. De lo que estoy segura es que este es un lugar con gran potencial y buenos ingredientes que aprovechar.