
Para re-hidratar el pan existe un truco que se usa desde hace varios años en restaurantes, panaderías y casas. El objetivo principal, es evitar desperdiciar cualquier tipo de pan y darle una “segunda vida” al que lleva guardado algunos días en tu alacena.
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Empápalo de agua
Puede sonar algo extraño, pero este truco te puede sacar de un apuro. Baña tu pan con agua -puede ser caliente o fría-, si ya está cortado trata de mojarlo por la corteza. Asegúrate de que esté muy húmedo.
Al horno
Antes de meter el pan al horno asegúrate de pre-calentarlo. Vuelve a hornear a 150 °C, por 7 minutos. El resultado será una nueva hogaza de pan que estará suave por dentro y muy crujiente por fuera.
¿Por qué funciona?
El agua se convierte en vapor, lo cual re-hidrata el interior del pan, y a la corteza la vuelve crujiente y fuerte de nuevo. Además el aroma volverá a ser glorioso, como si lo hubieras preparado en ese momento.