A menudo, cuando cocino, me gusta hacer frente a mi mise en place antes de encender la estufa o el horno. Esta receta de salmón es diferente. Tienes el tiempo justo para preparar cada paso, ya que cada ingrediente toma su turno en el horno. Pon los rábanos, zanahorias y echalotes a cocinar mientras trabajas en el glaseado de mostaza (¡lo que lleva menos de un minuto!). Sazona el salmón y luego prepara los espárragos y chícharos mientras el pescado se cocina. Si no estás acostumbrado a asar rábanos, ¡acostúmbrate! Toman un carácter completamente diferente cuando se tuestan, se vuelven jugosos y suaves.
Ahora, hablemos de los utensilios que necesitas. Tener las herramientas adecuadas en la cocina es tan importante como tener los ingredientes correctos. Incluso si tienes poco dinero o espacio, tener los artículos correctos mejorará tu juego en la cocina. Un buen ejemplo es un sartén estilo restaurante. Si no tienes uno, consíguelo. Son perfectos para este tipo de platillos. Son solo un poco más grandes que las bandejas de galletas y son un poco más pesados, lo que ayuda con el dorado.
Puedes adaptar fácilmente esta receta para un grupo más grande: simplemente duplica la cantidad y usa dos bandejas en lugar de una. Por supuesto, también puedes adaptarte a lo que tengas en el refrigerador: solo sigue la receta, dividiendo las verduras en las de cocción lenta (las primeras en ir al horno) y las de cocción rápida (las últimas en ir al horno). Prueba los puerros o las rodajas de ajo o el ajo verde en lugar de los echalotes; usa papas tiernas cortadas en monedas (se cocinarán más rápido de esa manera) en lugar de todos o algunos de los rábanos; usa broccolini en lugar de espárragos. ¡Diviértete y asegúrate de no abarrotar demasiado el sartén!
