
En la plaza Cráter Pedregal, un grupo de restaurantes de fine dining está haciendo propuestas muy seductoras. Uno de ellos es Rocasal, una alternativa gastronómica que saca a relucir la experiencia de la chef ejecutiva Atala Olmos, una mexicana que ha dejado su sello en algunos restaurantes de los mejores hoteles alrededor del mundo Europa, Estados Unidos y Asia, para volver a sus raíces con todo el detalle y pasión que ha adquirido en el camino.
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Lo primero que debes saber es que la carta contempla una gran variedad de dietas, hay platillos vegetarianos, omnívoros, carnívoros, sin gluten o sin lácteos y postres espectaculares. Dos de los elementos que distinguen esta propuesta son la frescura de los ingredientes y las porciones generosas que rehuyen la pesadez: Trabajamos desde mediados de 2019 en el concepto, aunque estuvimos en stand by durante mucho tiempo por el tema de la pandemia, nos cuenta Atala.

Abrimos en octubre de 2021 con un concepto de comida internacional y contemporánea, con mucha mezcla de mexicano y mediterráneo, pero sobre todo contemplando productos naturales y hechos en casa.
Atala Olmos, chef ejecutiva de Rocasal
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Algunos de los platillos favoritos son el gnocchi de espinaca con crema de parmesano y ensalada tibia de espárragos, perfecto para esos días donde necesitamos un plato reconfortante, pero nutritivo, la salsa es cremosa y se acompaña con lajas de queso Grana Padano. El ceviche de pescado blanco con cremoso de aguacate y emulsión de mojito así es, como el famoso cóctel cubano, es una joya ligera y con mucho sabor, tiene notas cítricas y refrescantes cuya combinación da como resultado un estallido de sabores en boca.

La ventaja de que la gastronomía sea internacional es que podemos encontrar platillos para viajar, como el curry de pollo con arroz jazmín y coco deshidratado, que nos hará transportarnos a la India en un bocado, el tabbouleh mediterráneo de quinoa roja, jocoque, polvo de zataar y aguacate a la parrilla, que nos transportará a la gastronomía libanesa, o el aguachile de ribeye con salsa tatemada, polvo de tortilla, chile serrano, chips de ajo y pan brasa, que nos recordará que estamos en México.
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Pide una copa de vino o un coctel clásico, como el negroni, para acompañar. Por último, no te olvides del momento dulce, las opciones van desde un goloso helado con brownie de chocolate con cardamomo hasta una mini magnum de cheesecake con consomé de fresas, crumble de jengibre y frambuesas. Todo es espectacular y ligero.

El espacio es perfecto para compartir, ya sea en plan familiar, de cita romántica o para ponerse al día con los amigos. La decoración está inspirada en las antiguas casas del arquitecto Luis Barragán con amplios comedores, salones privados, terraza y hasta una barra perfecta para picar sin pretensiones. En Rocasal reinan los colores neutros y texturas terrosas, los detalles están cuidadosamente seleccionados y te harán sentirte consentido.


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Amamos los desayunos de Rocasal
A partir de febrero hay desayunos con clásicos como huevos a la cazuela con salsa martajada de morita; enmoladas con crema de rancho y queso fresco, así como hotcakes de masa de camote y avena. Si tienes antojo mediterráneo, pide la bruschetta de nectarina con romero, ricotta, jamón serrano y albahaca fresca.
- Dirección: Cráter 823, colonia Jardines del Pedregal, CDMX
- Instagram: @rocasalrestaurante
- Cheque promedio: 800 pesos por persona
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