Si bien el flat white se ha vuelto lo suficientemente popular como para ser considerado convencional (sí, puedes pedir uno en Starbucks), la bebida de café australiana no ha perdido nada de su ventaja en los casi diez años desde que apareció por primera vez. Más pequeño y cremoso que un café con leche y un poco más grande que un capuchino, el flat white vive en ese delicioso espacio entre las dos bebidas icónicas. Un flat white es una experiencia favorita para conseguir uno lo antes posible. Mientras tanto, aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre el flat white.
También puedes leer: ¿Es verdad que la fórmula del espresso perfecto implica matemáticas?
¿Qué es un Flat White?
Elaborado con espresso y leche al vapor, la identidad del flat white se forma con el vaporizador de leche. “Un flat white es una opción deliciosa para todos los amantes del café”, dice Rod Johnson, cofundador de BLK & Bold, una empresa tostadora de café. “Es donde la comodidad se une a la intensidad y permite al bebedor de café saborear verdaderamente el espresso con una sensación cremosa de leche vaporizada en la boca”. Para hacer un flat white, se vierte leche cremosa al vapor sobre una dosis simple o doble de espresso, según el tamaño de la bebida que estés preparando. Es una bebida de café más pequeña en comparación con otras, alrededor de 5 a 6 onzas en total, y se puede servir en una taza de café de cerámica o en una taza de vidrio resistente al calor.
Como muchas bebidas clásicas, el origen del flat white es muy controvertido, aunque es seguro que proviene de “Down Under“. Tanto Australia como Nueva Zelanda afirman haber inventado el flat white (los australianos en 1986 y los kiwis en 1989), pero ambos países han desempeñado un papel decisivo en la globalización de la cultura del café de calidad. Esta sencilla bebida de café es emblemática de la cultura cafetera de las Antípodas, conocida por su énfasis en los ingredientes de calidad.
El flat white llegó a las cafeterías de Estados Unidos a principios de la década de 2010, cuando el café de nueva ola marcó el comienzo de una perspectiva más global de las bebidas con cafeína. “En mi opinión, un flat white bien hecho es una bebida maravillosa”, dice Paige Chamberlain, ex barista de Coffee By Design en Portland, Maine. “Tiene una concentración de café más alta que la leche, que es tan deliciosa”. Pernell Cezar, cofundador de Johnson en BLK & Bold, está de acuerdo: “La estrella del espectáculo es el espresso y todo el mundo lo sabe”.
También puedes leer: Cómo hacer espuma de leche para café sin máquina
¿Cuál es la diferencia entre Flat White, Cappuccino, Latte y Cortado?
Un flat white tiene que ver con la cantidad y textura de la leche al vapor utilizada. “Un flat white se distingue de bebidas como el capuchino y el café con leche por su volumen y la textura aterciopelada de la leche”, dice Cary Wong, director de café de Partners Coffee, un animado tostador de café con sede en Brooklyn. Un flat white es menos espumoso que un capuchino tradicional, tiene menos leche que un café con leche estilo americano y tiene más leche y espuma que un cortado pequeño. La bebida debe su nombre a la capa de micro espuma blanca y plana que se forma entre el espresso con leche y la parte superior de la bebida. La microespuma, en comparación con la espuma de leche normal, tiene pequeñas burbujas que una persona no puede sentir en el paladar, sino que dan una sensación ultracremosa. “La microespuma de la leche se puede mezclar fácilmente con la crema del espresso”, continúa Wong, “lo que da como resultado una sensación táctil maravillosamente rica”.
La microespuma precisa para el flat white puede ser difícil de conseguir para los principiantes, y las técnicas varían según el tipo de leche que esté utilizando, así como de la máquina de café expreso. “Hay que cocinar la leche al vapor suavemente para que el aire se incorpore más lentamente y quede menos espuma”, afirma Chamberlain, que prefiere utilizar leche entera, que es capaz de captar pequeñas burbujas debido a su mayor concentración de grasa. La microespuma forma un menisco (si eres como yo y no prestaste suficiente atención a las ciencias de séptimo grado, es una capa encima de un líquido que crea tensión superficial), lo que crea una superficie plana para que la microespuma se coloque encima. “Los flat white son una de las bebidas favoritas de los baristas, principalmente por la textura de la leche”, dice Cary Wong. “Además, es una forma fantástica para que los baristas muestren su arte”.
También puedes leer: ¿Latte o cappuccino?: cuál es la diferencia
Para un Flat White, el tamaño sí importa
A la cultura cafetera le encanta aumentar su tamaño, sin importar las consecuencias de consumir montones de cafeína. Pero cuando se trata del flat white, el sabor y la textura de la bebida es clave para su éxito y depende de su tamaño. “Si bien puedes pedir un flat white ‘Venti’ de 20 onzas, en realidad ya no es un flat white”, dice Chamberlain. “Es una versión americanizada de la bebida que se inclina hacia el territorio del café con leche”.
Para lograr el característico efecto de capas de leche vaporizada sedosa, espresso y microespuma, la clave es mantener un flat white en un tamaño pequeño y controlado. Además, facilita el sorbo. “Lo que más me gusta de un flat white es cómo el volumen de la bebida está perfectamente dividido para una experiencia de consumo lento”, dice Wong. “Tiene suficiente volumen para que una persona se siente y disfrute durante una conversación, pero no está demasiado diluido con leche que enmascare los maravillosos sabores del espresso”.
Síguenos en: Facebook / Twitter / Instagram / TikTok / Pinterest
