Ya
hemos hablado una y
otra vez del desperdicio alimentario y de lo irónico que resulta este problema cuando existe hambruna en el mundo. Según la ONU, 1 de cada 9 personas la padece (815 millones en total), mientras que se estima que desperdiciamos cerca de 1.6 mil millones de toneladas de comida cada año.
Es una batalla difícil a la que se deben sumar
agricultores,
productores, comercializadores y todas las partes que trabajan en la industria alimenticia. Pero mientras todos se ponen de acuerdo de cómo proceder, hay varias ONGs que ya están trabajando para asegurar los alimentos que se desperdician en supermercados y restaurantes y llevarlos hasta las personas que los necesitan. Estas son algunas de esas organizaciones.
Esta iniciativa de Canadá —que
también opera en la CDMX— ha creado una alianza con restauranteros, quienes les dan los alimentos que ya no utilizarán (antes de que ya no sirvan) y ellos se encargan de empaquetarlos, transformarlos en comidas completas y transportarlos a comunidades que viven inseguridad alimentaria.
La fundación del chef Massimo Bottura y su esposa Lara Gilmore, abrió en 2016 y por medio de comedores comunitarios —llamados
Refettorios—. Con la alianza entre otras organizaciones y restaurantes crean y sostienen estos comedores que operan de lunes a viernes y alimentan a personas vulnerables a la hambruna. La idea es que se sientan bienvenidos, así que procuran que sean espacios dignos con un grado alto de hospitalidad. Los menús son creados por chefs renombrados, para que las comidas sean nutritivas y sabrosas.
Es el banco alimentario independiente más grande de México. Se dedican a recuperar alimentos y bienes básicos que ya no serán utilizados —pero que aún se pueden consumir— y llevarlos a personas que viven en pobreza. Benefician a más de 65,000 personas semanalmente con la ayuda de sus 2,200 aliados que incluyen a supermercados, universidades, grupos restaurantes y productores de alimentos.
Esta organización humanitaria global afronta a esta problemática desde varios lugares. Atiende la desnutrición en niños, a las comunidades que no tienen acceso a agua potable o comida, apoyando a más de 20 millones de personas en situaciones vulnerables. Sus programas de seguridad alimentaria, se enfocan en problemas de producción, acceso e ingresos, realizando actividades que mejoren el acceso de las comunidades vulnerables a fuentes sustentables de alimentación e ingresos.
Esta rama de la ONU para luchar contra el hambre es la más grande del mundo. Esta organización trabaja llevando alimentos a las personas vulnerables en desastres naturales, guerras y conflictos civiles. Los apoyan durante el momento de emergencia y posteriormente brindan alimentos para que las comunidades puedan reconstruir sus vidas.
