Después de 40 años, Playa Rosa, el emblemático restaurante de Careyes, buscó su renovación enfocada en su oferta gastronómica y espacio, pero sin perder su esencia manteniendo elementos que se han vuelto icónicos del destino, como el vibrante color rosa.
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Con la ayuda del arquitecto italiano residente Duccio Emenegildo y la hija de Gian Franco, Emmanuela Brignone, la remodelación se enfocó en la gran historia del destino y en conservar dicha herencia. Dentro de las nuevas creaciones para Playa Rosa se encuentran una cocina más amplia y profesional, baños modernos y espaciosos, un nuevo piso de cemento pulido, una barra de jugos y frutas frescas y una imponente palapa que invitan a los huéspedes a vivir una experiencia totalmente nueva pero llena de tradición en los detalles.
Como parte de esta nueva etapa, Playa Rosa anunció una nueva y única alianza con el icónico restaurante Puntarena, el cual se ha posicionado como uno de los máximos representantes a la hora de hablar de mariscos en México. Con un estilo fresco y contemporáneo, sumado a la riqueza del Océano Pacífico, Careyes y Puntarena crearon un menú excepcional para ofertar a los visitantes. Manteniendo algunos de los platillos originales, favoritos de los residentes, pero creando al mismo tiempo nuevas ofertas, siempre con el sabor original que distingue a este restaurante. El nuevo menú incluye platillos como ceviche peruano, ensaladas y pastas que complementan una mágica oferta internacional compuesta de especialidades mexicanas, peruanas e italianas.
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La historia de Playa Rosa
Fue construido originalmente en 1973, como la primera casa de Gian Franco Brignone, fundador de Careyes, quien con la ayuda de su amigo y arquitecto Marco Aldaco creó la base de la arquitectura Careyes. Con una gran palapa redonda sobre la construcción para desarrollar un espacio abierto, conformado por la sala, la cocina y tres pequeños bungalows. Playa Rosa se convirtió en la casa familiar de Brignone donde recibía a sus amigos y donde compartió el proyecto del destino Careyes.
Fue hasta 1982 que Playa Rosa se convirtió en restaurante, administrado por John Heaton y Maria Niarchos, sentando la base de lo que fue durante las siguientes cuatro décadas y que lo llevaron a posicionarse como el destino emblemático del Hotel Careyes (El Careyes Club & Residences).
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El menú del restaurante se fue enriqueciendo al pasar de los años, lo que comenzó con solo un menú mexicano de platillos con productos locales, pescado fresco y muchos tacos terminó por convertirse en una oferta culinaria mediterránea internacional. Gracias en parte a quienes pasaron por su administración, en 1986, Carole Pitot –joven francesa que llegó desde Ibiza– fue quien comenzó a añadir los primeros toques de cocina med, con una selección de verduras, aceite de oliva y toques a la provenzal. En 1996 el italiano Augusto Manghisi dio los primeros pasos para que los platillos de pasta y risotto se volvieran un must en el lugar.
Playa Rosa realmente representa el corazón de Careyes, un lugar en el que la cocina internacional se expresa al máximo. La experiencia de vivirlo consiste en disfrutar la cocina mediterránea al tiempo que te relajas y te dejas deslumbrar por la belleza de la hermosa Careyense.
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