Pastel de miel, una delicia de la repostería rusa

Su elaboración se aleja de la pastelería occidental y le da un sabor muy peculiar.

agosto 21, 2023

Pastel de miel, una delicia de la repostería rusa

Foto: Omar Essa, tomada de Pexels

A inicios del siglo XIX, un joven confitero llegó a la cocina del emperador Alejandro I con la intención de impresionarlo. Traía varias cartas valiosas bajo la manga, pero ninguna tan preciada como su idea de un novedoso pastel de miel. Con lo que no contaba era que la emperatriz Isabel odiaba la miel, cualquier platillo preparado con este ingrediente la volvía loca. Aun así, el muchacho puso manos a la obra en su intento por consagrarse y horneó una tarta que tenía como base miel y crema agria espesa. Sin saber lo que contenía, Isabel probó el postre y quedó fascinada. El resto, como se suele decir, es historia.

¿Cómo es exactamente el pastel del miel?

El pastel de miel o medovik está compuesto por capas de galleta suave con un relleno cremoso de caramelo y una cubierta de nueces. Su ingrediente clave es leche condensada hervida dentro de su propia lata durante dos horas y media. Lo que resulta de este proceso se asemeja al dulce de leche y es lo que brinda ese característico sabor a caramelo, ya que el calor carameliza el azúcar de la leche condensada.

pastel miel
Otro pedacito, por favor. | Foto: Anastassia Senderova, tomada de Pexels

Pese a lo dicho, vale la pena saber que esta receta puede prepararse de varias maneras. Ya sea con leche condensada, o bien con crema de mantequilla, e incluso con crema pastelera. Según lo que se utilice habrá variaciones en la textura y en lo dulce de la crema. Otro aspecto relevante es la gran labor que implica preparar las capas de galleta y unirlas mediante el relleno. Se necesita mezclar harina, mantequilla, miel, canela y levadura para formar una masa que más tarde se cortará en círculos, los cuales deben hornearse pieza por pieza. Untar y unir cada parte exige paciencia y precisión para no arruinar la consistencia ni la presentación.

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El sabor de una leyenda

Disfrutar del medovik es una experiencia especial en tanto que éste no se asemeja a la mayoría de los pasteles que solemos comer en países como México. Su textura suave y cremosa, con una suerte de poros y construida en capas, de alguna manera evoca a los hojaldrados; su sabor dulce, meloso sin duda, pero nunca en exceso, siempre sutil, mantiene al paladar en vilo. Lo cierto es que se trata de una delicia adictiva.

pastel de miel
La riqueza cultural de los ingredientes. | Foto: Unsplash

No en vano es tan popular en su lugar de origen y en buena parte del mundo. Dentro de Rusia suele ser el broche de oro en las cenas de negocios, así como el platillo estrella de las festividades y celebraciones más importantes. Tal parece que su valor social está fuertemente ligado al cultural. Y es que la miel figura entre los ingredientes fundacionales de la gastronomía rusa: está en la base de bebidas y fermentados de todo tipo, al igual que en una enorme cantidad de postres e incluso en recetas con fines medicinales.

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En la Ciudad de México la receta de pastel ruso más conocida y deliciosa se puede encontrar en la cadena de restaurantes Kolobok. Ellos emplean como base el método de la leche condensada y suelen decorar con un par de frutos rojos y crema. Lo venden por pieza o por rebanada.

Si no has probado esta exquisitez, deja de leer y sal a buscarla.

Para saber más de Kolobok da clic aquí.

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