Usualmente se usa un poco de cáscara de cítricos para preparar cócteles o añadir sabor a los postres, pero resulta que la piel de estas frutas que suele ser desperdiciada podría ser un ingrediente poco utilizado que crea un pan más saludable. Un estudio italiano reciente concluyó que “la adición de hasta el 2% de las fibras de naranja y limón en la harina de trigo entero es una posible estrategia para producir pan con alto contenido de fibra”.
Los hallazgos, que fueron publicados en la revista Frontiers of Nutrition, podrían servir para resolver dos problemas. El primero es una cuestión común de salud: ¿Cómo obtengo más fibra en mi dieta sin comer lentejas todo el día? El segundo tema es uno que hemos revisado regularmente en los últimos años: el desperdicio de alimentos. El estudio explica que, solo en el sur de Italia, cada año la industria de los cítricos produce cerca de medio millón de toneladas de “pastazzo” (esencialmente “pulpa”) destinado a la basura. Pero los autores explican: “Después de numerosos lavados y purificaciones, es posible obtener harina de cítricos rica en fibra dietética, que se puede agregar a los productos alimenticios”.
Por supuesto, la gran pregunta es: ¿cómo afecta al pan este ingrediente extra? ¿Cambia la textura? ¿Altera su vida útil? ¿Hace que mi sándwich sepa a margarita? En todos estos frentes, el estudio da el visto bueno a los panes con harina de cítricos. Como informan en el sitio de Bakery and Snacks, los panes con fibra de cítricos tenían un sabor cítrico pero no eran significativamente diferentes de los panes de control. Y otros aspectos como el volumen, el peso y la estructura de la miga eran lo suficientemente similares como para no ser considerados un problema. Además, los panes cítricos se mantuvieron bien incluso después de un largo tiempo de almacenamiento.
Pero al final, el estudio va más allá que del sabor de estos panes. La última frase del estudio decía: “Finalmente, el uso de fibras de cítricos en la fabricación de pan puede considerarse como una alternativa respetuosa con el medio ambiente para la reutilización y valorización de los desechos y subproductos del procesamiento de cítricos”. Esa es la vieja pregunta: si pudiera salvar el mundo comiendo un sándwich que sabe un poco a una margarita, ¿lo harías?
