
La arrocera es un básico en una cocina asiática o en una casa dónde se consume arroz constantemente. Claro, cocinar el arroz en un olla regular también funciona, pero seamos honestos, toma mucho tiempo y es un reto que no siempre sale bien. Por eso no hay ningún empacho en decir que una olla instantánea es la mejor opción para aquellos cocineros menos experimentados o con menos tiempo.
Uno de los principales pros de la arrocera es que si la cuidas dura mucho. Por lo general, una arrocera sencilla oscila entre $700 y $1000 pesos.
Otro de los grandes beneficios de la arrocera es que nada puede salir mal, a menos que te pases de la cantidad de agua (que ya viene preestablecida en las tazas que la acompañan). Desde que pones el arroz y el agua, todo está en manos de tu arrocera. Si todo sale bien, en 20 minutos cronometrados, tienes el arroz listo. Eso sí, lava bien el arroz antes de cocinarlo.
Como en todo, existen ollas mucho más complejas en las que puedes elegir qué tipo de preparación vas a hacer: al vapor, para sushi, integral o para pudín. La magia de la arrocera es que es automática y se apaga cuando termina. Además es muy fácil de limpiar: adiós, arroz pegado. Así que si cocinas con regularidad arroz para acompañar tus platillos, esta es una gran inversión para tu cocina.