El restaurante de Cantabria galardonado por la Guía Michelin con comida casera y buen cocido

La región de Cantabria, en el norte de España, no sólo es conocida por sus impresionantes paisajes montañosos y su rica historia, sino también por su exquisita gastronomía. Entre los tesoros culinarios de esta región, se encuentra el restaurante Del Oso, un establecimiento que ganó su renombre gracias a su cocina casera y su excepcional cocido.

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Situado en el valle de Liébana, este restaurante ofrece una experiencia gastronómica que combina tradición, calidad y hospitalidad para deleite de sus comensales.

Del Oso, el bello y hospitalario restaurante de Cantabria

Cuando se visita Cantabria el camino que conduce, casi de manera inevitabla hacia el restaurante Del Oso. Para llegara él, es necesario atravesar el desfiladero, un espectáculo de la naturaleza que asombra con sus paredes de roca y la majestuosidad de las montañas. A pesar de su reputación de ser una travesía desafiante, el viaje es una oportunidad para sumergirse en un paisaje de ensueño, con sus tonalidades de verde intenso y la imponente presencia de los Picos de Europa.

El restaurante Del Oso, ubicado dentro del acogedor hotel homónimo, es un lugar donde la hospitalidad se entrelaza con la tradición gastronómica. La familia Rivas, propietaria del establecimiento desde su inauguración en 1975, se enorgullece de ofrecer una experiencia culinaria auténtica y memorable.

Con un equipo liderado por Raquel Floranes en la sala y Juan Carlos Gómez en la cocina, el restaurante se distingue por su atención personalizada y su dedicación a preservar las recetas y sabores tradicionales de Cantabria.

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Delicias de la cocina Cantábrica en Del Oso

El plato estrella de la carta del restaurante Del Oso es, sin duda, el cocido lebaniego. Elaborado con garbanzos, berza, carne de cerdo, ternera y relleno, este plato emblemático encarna la esencia misma de la cocina casera y reconfortante de Cantabria. En esta línea, la carta ofrece una variedad de opciones que rinden homenaje a los ingredientes locales y a la herencia culinaria de la región.

Además, el comedor del restaurante Del Oso es un reflejo fiel de la tradición y la autenticidad que se respira en cada rincón de Cantabria. Con capacidad para 95 personas, este espacio invita a los comensales a disfrutar de platos sencillos pero cargados de sabor.

Por último, la experiencia gastronómica en el restaurante Del Oso no estaría completa sin un dulce final. Los postres caseros son una tentación irresistible, con cada bocado que recuerda a las delicias preparadas por las abuelas.

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