Aquí solo comidas memorables. Todas. Una más. Siempre es sobre tí, como nuestro almuerzo al fresco documentado por una serie de fotos -que veo día con día- en Deckmans en el Mogor, los mezcales cortesía por parte de Drew y, la polémica y las lágrimas por el sabroso conejo Bugs Bunny dixit.
El menú de degustación de Gordon Ramsey en Grosvenor Square en Londres sólo de postres ¿puedo? Comiste tantos tiempos para lograr el sugar rush exacto y necesario incluyendo su famoso sticky toffee pudding. El kaiseki en Kioto en Shinogamo-Saryo, donde nos atendió Noguchi san y después caminamos por los templos japoneses. Y además de comidas y sabores que son nostalgia, también es sobre las recomendaciones de “pelis” como The Menu y Pig. Sobre compartir juntos documentales como Roadrunner, No Reservations y Kitchen Confidential y todo sobre Anthony Bourdain y de cuando visitó CONDESAdf.
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Sobre las “recs” en Asia que fueron tuyas: en Bangkok el épico Jan Rai Fai con su estrella M, así como Bahn Mi Phuong en Nam Pho Thien de Hanoi. Y tú, instalado como “elephant whisperer“. Sobre los tours gastronómicos dominicales compartidos cada semana que recientemente incluyen a Frito y Cruel, Vigneron, Ojo Rojo Diner y Choza –que comprobaste que no únicamente existe en el inconciente colectivo, ni en el de David o Tyler. Su menú de: curry, chiles, pescados, nam y los DJs. O en Galanga Thai House y sus sucursales Kiin Thai Viet Pinto Thai y Somsaa.
Y las máximas tan ajenas a mí persona de: no privilege, no reservations, no substitutions. Es nuestra vida juntos, como de “movie” tipo From scratch o Burnt. Y de nuestros ciclos cinematográficos durante el encierro como Another Round o Twin Peaks. Y tus directores fav David Lynch y Werner Herzog. Los paseos por el Centro Histórico de aquí, de allá, y de acullá con sendas comidas en los mercados, en San Juan, la F1, las celebraciones, los pasteles de cumple, et al series como The Bear, escapadas a Don Vergas aquí y, en el MiMo en Miami enfrente del Vagabond Hotel. Y otras que ya sólo existen en el imaginario colectivo.
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Sobre el full immersion al séptimo arte y la literatura, la experiencia única e irrepetible de las vacaciones en “Aca” y las paellas del Sirocco. La conversación interminable. Chicago y Au Small Cheval. Venecia y tus encargos de mapas antigüos –aunque aún resuena tu negativa ante Muerte en Venecia, el sountrack de Mahler y todo lo demás considerado como políticamente incorrecto. Indecible. Tus viajes, que siempre te enriquecieron y a veces no lo logré ver; a las Naciones Unidas y Princeton, Europa y Asia. Con la música a todo volúmen que incluye a David Byrne. Y tu compañía. ¡Aquí lo memorable, siempre!
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