Las alitas de pollo son un clásico de los fines de semana, algunos las comen como snacks y otros como platillo principal, sea como sea nos encantan por su gran variedad de sabor y practicidad.
Su historia no se sabe a ciencia cierta, la teoría más aceptada indica que las primeras fueron las versión Búfalo, creadas en esta región de Estados Unidos, en el año de 1964 por Teressa Bellissimo, dueña del restaurante Ancho Bar.
En ese lugar acostumbraban cocinar cuellos de pollo, hasta que un día recibieron por equivocación alitas en lugar de su pedido habitual, así que para no desperdiciarlas, la dueña decidió ponerse creativa, las hizo fritas y luego las cubrió con salsa picante.
Ya sea para una reunión tranquila con amigos, una parrillada en familia, para ver el partido o para dipear en un bar, las alitas de pollo son siempre las elegidas, tanto ha crecido su fama que cada vez es más común encontrar restaurantes o cadenas especializados en ellas. Pero para que no tengas que esperar a que tu restaurante favorito abra, te compartimos la receta más sencilla para prepararlas en casa.
También te puede interesar: El arte de preparar pescado frito paso a paso
También te puede interesar: Salsas para acompañar tus alitas y snacks
Tips para hacer alitas de pollo
- Cuando las compres pide al pollero que las parta por la mitad, así tendrás más porciones y te será más fácil prepararlas. Por lo general 1 kilo equivale a 8 alitas, trozadas a la mitad tendrás 16.
- Revísalas bien para quitarles todas las plumas antes de prepararlas.
- Para que no te queden crudas puedes precocerlas antes de freír, colócalas en una olla con agua hirviendo por 3 minutos.
- Después de freír no olvides dejarlas escurrir.
- Si no quieres freírlas puedes utilizar esta misma receta base para prepararlas al carbón, solo tienes que quitar la harina.
- También puedes meterlas al horno después de freírlas para terminar de cocinarlas y darles una textura más crujiente por fuera.
