Don Lázaro, El Viajero, abrió sus puertas en 1944 cuando Lázaro (desconocemos su apellido) un inmigrante ucraniano, huyó de su país durante la Segunda Guerra Mundial. Llegó a México pidiendo asilo y el resto es la historia que estamos por contarte.
Para retribuirle a México un poco de lo que el país había hecho por él, apoyó en lo que consideraba la mejor forma de contribuir a la sociedad: con la educación. La Escuela Mural del Libro Abierto fue la escuela rural donde utilizó los muros de la ciudad y los transformó en pizarrones para enseñar a los niños a leer, escribir, sumar, restar, multiplicar y hasta a hablar inglés (en la actualidad se pueden apreciar parte de los mosaicos originales que usaba Don Lázaro para dar clases dentro del restaurante.)
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El muro conmemorativo a su campaña de alfabetización de los 60s. #Respect
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Para financiar este proyecto, Don Lázaro abrió este espacio gastronómico, el cual bautizó como El Viajero. Fue tal el impacto que tuvo con los vecinos de Santa María la Ribera que lo adoptaron como su local tradicional para comer y hasta el día de hoy se encuentra un mural dentro del establecimiento con el nombre de las familias que asisten desde hace más de 70 años.
Además Don Lázaro alimentó de forma gratuita a los alumnos del Instituto Politécnico Nacional, (cuyas instalaciones se encuentran al otro lado del Circuito Interior) hasta el día de su muerte.
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Si vas por allá no puedes perderte el ya clásico caldo de gallina, los chiles rellenos y la carne asada al carbón. De postre, recomendamos la gelatina de piñón o el pastel de elote (que se sirve con lechera o rompope).
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Dirección: Avenida Instituto Técnico Industrial 241, Colonia Santa María la Ribera, Cuauhtémoc, CDMX