Lo he vuelto a notar, se puede mover una ciudad con un plato, y para que ello ocurra tiene que existir una emoción y una intención. Por ello me gusta observar a la ciudad de Torreón mientras busca ubicarse en la franja de la gastronomía nacional enfocándose en los productos locales.
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Aquí las emociones son más intensas que la técnica. En esta región, cuesta trabajo encontrar algunos productos nacionales de calidad, por lo que se apuesta por los productos de la zona.
No habrá pescado fresco, pero sí carne y condimentos de primera; y aunque son pocos los cocineros que trabajan fuera de la ciudad, hay un conocimiento aparentemente limitado que comienza a despertar del letargo y busca abrir las nuevas fronteras del aprendizaje.
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Los deseos y las intenciones son amplias, por lo que el camino difícil se torna suave cuando las cosas comienzan a suceder. Y como en la vida todo comienza por el principio, Torreón se mueve e inicia su nueva historia de la mano de jóvenes cocineros, empresarios y diseñadores de experiencias que buscan hacer posible lo deseable.
Durante mi visita, con la resonancia y el eco de un grupo de periodistas que visitaron semanas antes la ciudad, cené en Brassa, donde el chef Gabriel Meléndez nos recibió con su nuevo concepto de temporada llamado Nyan Nyam, cuya fuerza radica en la cocina originaria del norte, con platos de memoria de casa y sabores heredados.
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El menú de nueve tiempos no es pesado, sin embargo adolece de un acomodo u orden que bien podría hacerlo mejor. El plato de caldillo verde tiene un gran sabor y el asadito negro guarda equilibrio en el gusto donde la cabeza de cerdo se expresa de manera perfecta entre el nogal y el mezquite.
En la cena hubo algunos detalles en platos a los que seguramente Gabo pondrá atención, ya que él escucha en función de mejorar.
Como un segundo tiempo, o evento, me encontré con Paralelo Experiencias, que con las manos y suspiros de sabor del chef Alexis Ayala del restaurante Pargot, nos ofreció un menú inolvidable durante la bella noche de luna llena.
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Natalia Hoyos, creadora del concepto, junto a su socia, prepararon una grata sorpresa a la que se sumó el chef Gabriel Meléndez, quien desde la cocina, apoyando a Alexis, nos enseñó la sencillez y humildad de alguien que goza del aprendizaje.
El escenario fue magnifico. Desde el Cerro de las Noas con esa vista elevada al cielo, se puede apreciar la ciudad que se hace más presente en la gastronomía nacional, y como la fuerza del evento era tan grande como la cocina del chef, el maridaje tenía que estar al mismo nivel.
Por ello, Casa Madero ofreció sus mejores vinos, haciendo del evento, la mejor experiencia de este año para la ciudad de Torreón.
Alexis Ayala presentó, su plato de Kebbe crudo de pescado con su salsa XO de chapulín y jocoque, creando un matrimonio perfecto con Chardonnay de Casa Madero; y pese a que el viento jugó una broma en el primer plato, los rostros alegres gozaban del gran sabor de la cocina de Pargot.
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Durante la cena, el viento travieso se hizo presente en más de una ocasión elevando las obras de Mónica Garza como si éstas quisieran escapar, sin embargo, regresaban con tal suavidad al piso, como las caricias que sólo una mujer sensible puede dar.
Cabe resaltar que el arte, al igual que la gastronomía, se mueve con ritmo constante en Torreón, por lo que la suma de los sentidos ya es una realidad en la Comarca Lagunera.
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La cena fue todo un éxito y los logros de lo sembrado habrán de cosecharse en un futuro cercano. Pero así como la luna alegre observaba lo que ocurría en la zona mas alta de Torreón, la vida gastronómica en la región va tomando un cauce natural entre la arena del desierto.
Natalia Hoyos con Paralelo, Gabo Meléndez con Brassa, Elías Rodríguez con Umo Penthouse y el Hotel Nuve; Ivan Jalife con el Bar Zaragoza y Dany Orsan con sus sabores dulces, son algunas de las mentes creativas que van por el camino del sabor y puede que sean la nueva movida de la gastronomía en Torreón.
Es necesario voltear hacia Torreón, ya que bien vale la pena tener en el radar a este movimiento gastronómico que como al buen guiso, sólo el tiempo le dará la mejor sazón.
Conoce más del autor: @betoballsteros
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