El 24 de agosto de 2023 Aleph Farms presentó la primera solicitud a la Oficina Federal Suiza de Seguridad Alimentaria y Veterinaria para iniciar la comercialización de cortes de carne cultivados en laboratorio, cuyos lineamientos son muy similares a los que mantiene la Unión Europea.
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Existe una necesidad urgente y constante de desarrollar nuevos métodos, así como técnicas en favor de las cadenas de producción alimenticias que impliquen una menor huella ecológica, reduzcan el uso de recursos hídricos y antibióticos, brinden mayor seguridad alimentaria, además de que, por supuesto, procuren el bienestar animal (el futuro es ahora, viejo).
Esta necesidad ha logrado que se creen sistemas de producción que más bien parecen salidos de una película de ficción futurista de los años 80. Hay carne de pescado, res, cerdo y pollo creadas en laboratorio que utilizan técnicas de cultivo celular.
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La agroecología celular no es algo nuevo; de hecho, de acuerdo con Cellular Agriculture el cultivo celular se utiliza en Europa desde hace décadas en la producción de levaduras para panadería, pastelería y la creación de cuajos para quesos.
Básicamente consiste en tomar un grupo de células animales de un ejemplar previamente seleccionado y colocarlas en un medio de cultivo controlado en el que comienzan a desarrollarse. Luego se subdividen para crear tejidos específicos como músculo o materia grasa, y se agregan proteínas vegetales, por lo regular, de soya o de trigo, para unificarlos y obtener un corte hecho a partir de células animales y vegetales.
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Es importante remarcar que la intención de producir y comercializar carne de cultivo no es erradicar el consumo de carne ni los productos de origen animal provenientes de métodos agrícolas tradicionales. Más bien busca convivir en un mismo mercado como una opción sostenible de un producto con características similares al original, con una visión enfocada a reducir y posiblemente revertir el impacto ambiental que la ganadería ha ocasionado al medio ambiente a lo largo de su historia.
Aunque por el momento parece lejano, esta solicitud marca el primer paso para poder acceder en menos tiempo del que creemos a productos de origen animal creados a partir del cultivo celular.
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