
Estos panes se robaron el foco durante los meses de cuarentena.
Brioche
Hay una vida antes y después del pan francés preparado con brioche, también conocido como ese pan que soñaba con ser almohada. Después de probarlo entenderás porque entre Roma y Normandía se disputan su creación. Ahora es muy fácil encontrarlos en México, en forma de barra o bollo para añadir un grado más de indulgencia al desayuno o una hamburguesa.

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Berlinesas
Las berlis son una piedra de toque en la panadería de Elena Reygadas, las clásicas espolvoreadas con azúcar, rellenas de crema pastelera y las modificadas. Tomemos por ejemplo la de limón amarillo: con una corteza blanca que esconde, entre alvéolos, un centro de crema de limón, con un toque de acidez que instiga, a cualquiera que tenga pulso, a dar la siguiente mordida.

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Banana Bread
La consistencia húmeda es un factor clave en este panqué, que encontrarás en el menú de La Vitrine bajo el pseudónimo cake à la banane. Una creación de la repostera Sofía Cortina que, además, tiene una cobertura de chocolate que añade un factor crujiente a la ecuación sin opacar el sabor protagonista del plátano. Pídelo, con un día de anticipación, en su página lavitrine.com.mx

Bagels
Los de Bagels Lepu son el ejemplo perfecto de la panadería en cuarentena: la creación de una panadera autodidacta. Inspirados en los de Nueva York, son fáciles de reconocer por la superficie craquelada y consistencia firme para compaginarse con spreads cremosos y soportar rellenos generosos y textura chiclosa pero fácil de morder en un bocado. Pídelos con un día de anticipación, y antes del medio día, en bagelslepu.com
