En la experiencia del vino, la copa importa tanto como el fermentado. Platicamos con tres expertos en cristalería que nos sugirieron por dónde empezar, cómo avanzar en nuestra compra de copas y por qué es importante adquirir las copas correctas.
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Riedel: de lo universal a la especificidad varietal
Sergio González es Brand Ambassador de Riedel. Él nos contó por dónde empezar para mejorar nuestra experiencia con sus copas.
“En Riedel tenemos copas para restaurantes y otras que se venden en retail y canales digitales”, explica el experto. “Para comenzar, tenemos la línea wine friendly, son copas amigables con el vino, pero es una línea de entrada, aunque no deja de invitar al consumo adecuado. Hay cuatro modelos: la copa 001, que es muy grande y la recomendamos para los vinos tintos de guarda, una para Champagne y una para vino blanco.”
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Si buscas algo más específico, la opción son las Winewings: “En Riedel también hacemos copas para cada variedad. Si te gustan los vinos de Burdeos, te recomendamos la Cabernet-Merlot, o si prefieres los Chianti, te recomendamos la Sangiovese. Tenemos copas de vino específicas para las principales variedades del mundo.”
Las Winewings están disponibles en dos presentaciones: Winenings y Winewings Steamless, estas últimas no tienen tallo y, por lo tanto, son más accesibles; puedes tener tus copas de especificidad varietal sin hacer una inversión excesiva.
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Para Sergio así es cómo podemos comprar las copas ideales para nosotros: “Piensa qué vino consumes usualmente. Por ejemplo, a mí me gustan los tintos más ligeros y menos alcohólicos, como un Pinot Noir; para ese tipo de vino me conviene más una copa con cáliz esférico, pero si prefieres los tintos estructurados, elige una copa estilo Burdeos. Pero si bebes de todo, te recomendamos la copa wine friendly. Otra forma de elegir es pensar cuánto inviertes normalmente en vino; si compras botellas de $350, por ejemplo, entonces elige copas de ese precio. Para los consumidores que compran fermentados en el rango de los miles, les recomiendo elegir una copa en ese mismo rango de precios, soplada a boca.”
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Zalto, lujo y estética
En Zalto comenzaron a producir copas en el siglo XIV. Desde entonces, la empresa se mantiene como una familiar; hoy, la fábrica está integrada por ocho personas que soplan a boca cada copa. Platicamos con Alberto García, encargado de la presencia de estas lujosas copas en México.
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“Para comenzar, la copa Zalto ideal es la universal”, explica Alberto. “Está diseñada para la mayoría de los vinos. De ahí, si quieres algo un poco más profesional, la opción sería la copa Burdeos. Las copas Zalto son las más detalladas; tienen la finalidad de ser funcionales, todas están hechas a mano. Lo más importante para Zalto es el factor humano; de hecho, si alguno de los artesanos en la fábrica determina que hay alguna copa que no esté perfecta, se devuelve y se corrige”, nos cuenta.
Otro aspecto que destacar de estas copas es su elasticidad: cada pieza pasa por un proceso de temperatura controlada que hace que se vuelvan más elásticas. Aunque son delicadas, esta elasticidad ayuda a que lavarlas sea más fácil. Para hacerlo, Alberto sugiere usar agua tibia o al tiempo y evitar usar jabón o algo que pueda dejar su aroma en la copa. “En todo caso se podría agregar jugo de limón al agua”, cuenta el experto, “pero es mejor solo agua al tiempo y una microfibra para secar. Y, gracias a su elasticidad, las copas Zalto también se pueden limpiar en lavadora de trastes; solo hay que hacerlo de manera ordenada”, abunda.
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“En Zalto hay varias líneas”, nos cuenta Alberto. “La más importante es Denk’Art; ahí hay opciones específicas como copa para Champagne, cerveza, vino blanco, universal, Burdeos o Borgoña. También tenemos la línea Gravitas que está hecha para que sommeliers puedan apreciar mejor el color del vino; no tiene base, por lo que se acomoda recargada sobre la mesa. También tenemos líneas para agua, cervezas o infusiones.”
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Spiegelau: expresión en copa y lifestyle
En Spiegelau tienen copas que son perfectas para iniciar con el consumo del vino, además de opciones para seguir hacia un consumo más profesional, sin dejar de lado la estética y el estilo de vida. Platicamos con Claudia Luna, directora de marketing y comunicación en Latin Hotel, y nos sugirió el camino para ir profesionalizando nuestras copas.
“Sugiero comenzar con el kit básico de copas universales de tinto y blanco”, nos cuenta Claudia. “Con ellas podremos entender cualquier variedad. Conforme vayamos avanzando con las etiquetas podemos añadir copas de Borgoña, que tienen un cáliz más voluminoso y ancho, y sirve tanto para los vinos de Borgoña como para los tintos que han pasado por barrica y que necesitan desarrollar sus aromas de la mejor manera. Otra copa que podemos considerar tener es la copa de Burdeos, parecida a la de Borgoña pero con un cáliz más amplio y el cuello cerrado, y que se puede usar para vinos jóvenes o de poca crianza.”
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Claudia explica que es importante tener la copa adecuada por varios motivos: “En toda la ingeniería y creación de copas se ha avanzado mucho para entender las características de cada terruño y cada variedad, por lo tanto, cada pieza está diseñada para desarrollar mejor las características de la bebida. Es importante usar cristal porque da la garantía de que la experiencia que vas a tener con el vino será la ideal. El vidrio es más barato y más grueso; puede dar la impresión de ser más resistente, pero la realidad es que no aguanta los choques térmicos. Las copas Spiegelau son súper resistentes porque sus materiales son elásticos, además el cristal siempre tiene una apariencia clara, lo que te ayuda a apreciar mejor los colores del vino.”
“Para una experiencia más estética tenemos la colección Lifestyle; las copas también son de cristal pero tienen forma de diamante y cada pieza va con una decoración lineal. Esto da un efecto óptico increíble tanto a las copas como al decantador; es perfecta para una cena con amigos, con esta línea puedes vestir una mesa bonita con un aire un poco vintage, pero manteniendo la funcionalidad en la copa.”
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