
Deshojar alcachofas para encontrar su centro, el delicioso corazón, puede ser intimidante. Afortunadamente, las versiones en conserva de esta verdura de primavera son igual de deliciosas. Aquí hay 9 formas de usarlas, ya sean frescas, envasadas o congeladas.
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Alcachofas enteras: Cocer alcachofas enteras al vapor para servir con mantequilla o mayonesa es un clásico. Y para mejorar esta versión, el chef Richard Blais, mezcla la mayonesa con alcaparras, limón y paprika. Y si quieres llevar este método profesional al siguiente nivel, quita las hojas de las alcachofas y luego ásalas en un horno caliente hasta que se sellen, para que la experiencia de morder cada hoja para encontrar la carne sea aún más deliciosa.

Alcachofas crudas: Rebana finamente las alcachofas tiernas y mézclalas con un aderezo de limón, como el chef estrella Mario Batali.
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Alcachofas fritas. Cuando se fríen, las hojas de las alcachofas frescas se abren en abanico y se vuelven crujientes y adictivas.

A la parrilla: Escalfa las alcachofas cortadas hasta que estén tiernas, luego termínalas en la parrilla para darles un delicioso sabor ahumado.
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Salsa para pasta: Cuece a fuego lento y en crema alcachofas previamente marinadas en aceite, luego prepara un puré para obtener una lujosa salsa para pasta.

Pudín de pan: Acomoda capas de alcachofas marinadas con trozos de masa madre y queso, luego cubre con huevos y leche y hornea para obtener un increíble plato de brunch.
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Dip. En lugar de la base de queso crema habitual, usa yogur griego y tofu para preparar una versión saludable de dip cremoso.

Involtini: Enrolla corazones de alcachofas marinados con hojas de apio en salmón ahumado para una botana súper saludable.
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Pizza: Marina los corazones congelados en aceite de oliva con hierbas y úsalos como topping de una pizza blanca.
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