
En el Valle de las novedades (el de Guadalupe, en Baja California) Emat se suma a la lista de lugares por visitar. Una propuesta novísima dentro y parte de la vinícola Hilo Negro, que ofrece, para empezar, una vista desde cualquier mesa al paisaje valleguadalupano: siempre arrobador, siempre bucólico, siempre agradecido.
También te puede interesar: Una guía todo terreno para explorar el Valle de Guadalupe
Como otros lugares del destino, la cocina de Emat, a cargo de Adolfo Galnares, sostiene un diálogo con los productos de mar, de rancho y de huerto de Ensenada y los alrededores. Una conversación flexible para incluir productos de otras latitudes como el pato que se cura para convertirse en jamón, estilo prosciutto, que acompaña un plato de queso Ramonetti y pan de masa madre. Pídanlo, siempre, para la entrada.
Cortesía Hilo Negro Cortesía Hilo Negro Cortesía Hilo Negro
El menú de Emat es difícil de encasillar en la nacionalidad de una cocina: tiene algo de bajacaliforniano como el crudo del día con emulsión de tomate verde, algo del centro de México como purés de frijol negro, salsas de mole y toques mediterráneos, como la salsa de jocoque o tomate que acompaña las pescas del día. Mi favorito es el pulpo asado, cocido en su punto, guarecido por purés cremosos de frijol y aguacate, el compañero perfecto de los vinos confeccionados por el enólogo chileno Daniel Lonnberg.
Precio promedio: $700 por persona.