El vino mexicano está aún encontrando su personalidad y habrá que seguir experimentando con técnicas y variedades; entendiendo que como en todos los demás países productores, habrá vinos de buena calidad y vinos que no lo sean. Un nombre, una etiqueta y una denominación no hacen la calidad de un vino, eso solo lo hace lo que va a la copa y lo que nosotros bebemos para disfrutar.
Marija Chenin Blanc
Marija es uno de los riquísimos vinos de la bodega Aldo César Palafox en el Valle de la Grulla, Baja California Norte. Esta zona forma parte de la antigua ruta del vino junto con Santo Tomás y San Vicente.
La dirección enológica está a cargo de Lourdes Martinez Ojeda, una de las enólogas del panorama vinícola mexicano que elabora los mejores vinos blancos. Marija es elegante y floral sin perder la complejidad y estructura que le aporta su paso por barrica. Inolvidable con pastas de salsas cremosas y risotto de hongos; quesos curados y pescados y mariscos a la parrilla.
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Primus
Estrenando imagen y con la misma calidad de siempre. Primus es uno de esos vinos que tiene la trifecta de Calidad–Precio–Placer. Elaborado por Bodegas Origen en el estado de Aguascalientes, donde gracias a la altitud del viñedo los vinos gozan de una frescura viva y, en este caso, bien integrada en un vino donde la fruta y las especias del paso por barrica se entrelazan perfectamente. Tempranillo, Syrah y Cinsault de cuerpo medio y muy fácil de beber.
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Tres Raíces Tempranillo
Elaborado con uvas de la variedad Tempranillo provenientes del corazón del Bajío. Tres Raíces goza de una privilegiada posición en Dolores Hidalgo a una envidiable altitud de 1800 metros sobre el nivel del mar. Otorgando a sus vinos una frescura a la par de agradable que su elegancia.
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Tres Raíces Tempranillo es un vino agradable y alegre en el que predominan los aromas frutales con un fondo floral y 12 meses de barrica presente y bien integrada que lo hacen muy flexible para acompañar muchos platillos. Pruébalo con cortes de carne magros, vegetales a la parrilla, y berenjena a la parmesana.
*Esta nota originalmente fue publicada en Forbes México