Todos adoramos comer un buena pieza de
pollo frito de vez en cuando. Pero seamos honestos, muchas veces es difícil encontrar la textura perfecta en algún establecimiento de
comida rápida e incluso
en algunos restaurantes. Por eso la mejor alternativa es
cocinarlo en casa,
aquí te decimos cómo hacerlo.
Ingredientes secos extra que necesitas
-Una buena opción es masajear el pollo con especias para agregarle ese extra sabor. Utiliza
sal kosher,
pimienta negra recién molida,
paprika y
jengibre en polvo. Dependiendo de la cantidad de pollo que compres, puedes añadir aproximadamente
1/2 cucharada de cada una.
-Es importante que los dejes reposar en el refrigerador por algunas horas (2-3) o toda la noche para que absorba todos los sabores.
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Si eres aventurero, puedes moler un poco (pero en serio muy poco) de peperoncino seco y lo puedes añadir a la mezcla anterior, le dará un extra
kick.
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Para mezcla
-En un bowl mediano mezcla
1 taza de suero de mantequilla (lo puedes encontrar en el súper como
buttermilk),
1 huevo,
1/4 taza de leche y bate con un globo hasta que el huevo forme una espuma espesa.
– En otro bowl mezcla harina de trigo (1 taza aprox), 1 cucharadita de maicena y 1 cucharadita de sal. Reserva.
– El truco es que cuando el pollo esté listo y bien sazonado, pases las piezas
por la mezcla de huevo con leche y las escurras muy bien. Después,
pásalas por la mezcla de harina y reserva.
-En paralelo, calienta un sartén grande con aceite de canola o girasol. Para mejor resultado (dependiendo de tu sartén) fríe de 2 a 3 piezas de pollo.
-Es importante que las dejes escurrir un poco sobre una rejilla para quitar el exceso de aceite.
-Sirve caliente y acompaña con
algún dip.