La mantequilla es la reina de las preparaciones horneadas del mundo: un pastel, un pan, una crema o hasta un betún, todo es mejor con ella. Pero en ocasiones por alergia o intolerancia a la lactosa es imposible probar postres que la incluyan. Además, muchas personas dejan de comer grasas como la mantequilla para cuidar su peso. El aceite de oliva o aceite de coco son buenos sustitutos para hornear sin mantequilla. Y aunque es bien sabido que con el aceite de oliva puedes hacer pasteles, helados y salsas, también pueden hacerse con aceite de coco.
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La mejor forma de sustituirlo es en un ratio de 1×1, es decir, por una taza o porción de mantequilla regular, sería una de aceite de coco. Aunque toma en cuenta que el sabor y la textura se pueden ver afectadas. El aceite de coco orgánico trae consigo pequeños fragmentos de coco que aportan textura a un pastel o unos brownies, mientras que el aceite de coco refinado es terso y delicado para usar en un gelatto, una crema o una tarta.
Es muy importante que hagas “prueba y error” de los postres que vayas a cocinar, ya que es probable que algunos aceites de coco tengan más agua que la mantequilla que se utiliza para hornear. No te asustes si tu pastel sale con un poco menos de estructura, todo es resultado de que la grasa que estás utilizando es más ligera que la otra.
Aunque tiene sus beneficios cocinar y hornear con este aceite, recuerda que el sabor no será el mismo, así que si se trata de un pastel de chocolate, complementa con más cocoa o chocolate derretido para balancear los sabores. También nueces o frutas como las fresas acompañan bien este tipo de grasas.
