El restaurante Ruta de la Milpa, del chef Jorge Córcega abrió sus puertas. La propuesta es ofrecer platillos de temporada que, por ahora, cambiarán cada semana para aprovechar los ingredientes vigentes en medio de la naturaleza.
Milpa Alta es una de las 16 alcaldías de la Ciudad de México; sin embargo, a veces la sentimos más lejos, ya sea por la distancia o el ambiente, pues es una zona donde los árboles y la flora abundan, más allá del concreto y el ruido del centro de la metrópoli. Y es gracias a esta característica que el nuevo restaurante del chef Jorge Córcega se presenta como una oportunidad para salir un poco de la rutina y disfrutar de sabores “del campo a la mesa”.
El proyecto venía gestándose desde el año pasado, pues mucha gente después de tomar los recorridos que La Ruta de la Milpa ofrece en Milpa Alta —que ya también se retomaron—, preguntaba por una opción para regresar a comer, sin tener que volver a hacer el tour. El plan era abrir en marzo, pero como todos los proyectos presenciales que nacerían en esa época, tuvieron que detenerse por el estallido de la pandemia en México.
“Entiendo que se vino una crisis tanto económica como sanitaria, pero al final yo sí creo —en parte por los años que ya he vivido como negocio— que el que se arriesga tiene más posibilidades de ganar […] Muchos de los que nos dedicamos a la cocina siempre hemos dicho que la cocina es de los valientes”.
Chef Jorge Córcega, de La Ruta de la Milpa
El restaurante mantiene la propuesta de usar ingredientes frescos y locales para revalorizar la gastronomía mexicana. Todo el lugar se rige bajo esta filosofía: desde las mesas y las sillas, los floreros, las servilletas hechas por artesanos de Santa Ana o San Pedro Atocpan, hasta los platillos y tortillas que se sirven en la mesa.
“En el contacto y el día a día que tienes con la naturaleza vas aprendiendo que lo que uno hace es muchas veces por lo que tiene a su alrededor. ¿Qué estamos haciendo para que todo lo que recibimos se devuelva? Uno de mis objetivos es que Milpa Alta crezca en el tema gastronómico”. El chef nos cuenta que gracias a su paso por Mugaritz confirmó que la distancia no es impedimento para ofrecer una experiencia magnífica donde la comida vale la pena.
Para iniciar la experiencia en el restaurante de La Ruta de la Milpa, te recomiendo agendar el taller de nixtamal y tortillas que ofrece Laurencia Melo, una conocedora y maestra de esta técnica, con quien aprenderás sobre el proceso e ingredientes, y al final podrás elaborar tortillas y sopes tú mismo.
El lugar tiene una sección al aire libre y otra en interiores. Dependiendo del clima, elige la más conveniente. Hay algunos columpios y espacio suficiente para que los niños jueguen o lleven a sus mascotas —es pet friendly—. El menú consta de cuatro tiempos.
Durante mi visita probé un sope de camarón con acoyote, cilantro y chiltepín, risotto con huitlacoche y queso de ocosingo, huachinango en mole de quelites con betabel y camote, y tarta de limón con tuna y xoconostle. Hay algunos platillos como el mole con guajolote, las tostadas de nopal con hierbabuena, los tamales de frijol con mole o la ensaladas de tomates con aceite de oliva y queso de cabra, que se encuentran en una pequeña carta fija.
“En esta propuesta hay mucho espacio, estamos muy separados. Estamos siguiendo todos los cuidados y protocolos para que la gente venga. Es un espacio verde para conectarte con la naturaleza, pasársela bien y comer rico”, nos comenta el chef.
Por ahora el horario para el restaurante de La Ruta de la Milpa es sólo los sábados y domingos de 1 a 6 de la tarde y se accede por medio de reservación, la cual puedes hacer al 55 2182 6014 o por mail al correo [email protected]. La dirección es Carretera a San Bartolomé Xicomulco s/n, San Pedro Atocpan, en Milpa Alta, Ciudad de México. El cheque promedio es de $600 por persona. Consulta su Instagram para ver información actualizada del menú.
