Quesos que puedes comer aunque seas intolerante a la lactosa

Buenas noticias para los amantes del queso con intolerancia a los lácteos
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Dejar los lácteos es una decisión difícil pero en ocasiones necesaria. Cuando eres intolerante a la lactosa y a tu cuerpo le cuesta trabajo digerirlos entonces es una cuestión de calidad de vida.

La lactosa es el azúcar que se encuentra en la leche y sus derivados. Al consumirla, es diferida por medio de una enzima llamada lactasa, si no produces la suficiente, entonces no puedes digerir la lactosa y genera síntomas como dolor, gases e inflamación. Esto es la intolerancia a la lactosa.

Sin embargo, si eres amante del queso, sabrás que una vida sin ellos no parece lo mismo. Las buenas noticias son que hay algunos quesos que sí puedes consumir a pesar de ser intolerante a la lactosa, todo depende de su contenido de azúcar. 

Como regla general, los quesos más frescos tienen más azúcar así que aléjate del ricotta, el feta o el cottage, por nombrar unos cuantos. En cambio, los quesos duros suelen tener un contenido bajo en azúcar.

Otra recomendación es que te alejes de los quesos muy procesados y de baja calidad, ya que regularmente les añaden grasas, azúcares y almidones. Los quesos menos procesados suelen estar hechos a base de leche, cuajo, sal y a veces fermentos y/o suero.

Para tener mayor claridad revisa la etiqueta, si dice cero, entonces el queso no contiene más de un gramo de lactosa por medio kilo —un vaso de leche tiene aproximadamente 12 gramos—.

Los quesos que pasan por meses de maduración

Durante el proceso de preparación todo el suero y la lactosa son separados del queso, si llega a quedar poca lactosa se degrada con el periodo maduración.

Camembert

Brie

Parmigiano-Reggiano

Gorgnozola

Queso azul

Provolone

Comte

Cheddar

Gouda

Quesos de cabra

La leche de cabra contiene menos lactosa que la de vaca, por lo que sus derivados suelen ser más digeribles. Igual te recomendamos consumir quesos madurados o curados hechos 100% con leche, ya que su nivel de lactosa será aún menor. Te recomendamos revisar la etiqueta para asegurarte que no le han añadido más ingredientes.