La mistela es un licor elaborado con la mezcla de mosto de uva y alcohol. Es de sabor dulce y se toma como acompañamiento de algunos postres. Para su elaboración se exprime la uva en un molinillo y se cuela hasta obtener un jugo amarillento.
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Se mezclan 2/3 del jugo con 1/3 de aguardiente, se le añade azúcar, café molido, granos de café y clavos, luego se mete en un recipiente y se deja reposar durante 40 días, agitando el contenido todos los días. Al cumplir dicho lapso, hay que mantener 3 días sin agitar y se cuela con un tubo. Listo, la mistela puede ser embotellada y está lista para su consumo.
En México, la mistela es el licor que se obtiene de la maceración en aguardiente de caña con frutas como ciruela, nanche, durazno, pera, guayaba, mango, piña, manzana, naranja y limón, y el contenido se macera con hierbas y especias como canela y menta.
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Según el Diccionario Enciclopédico de la Gastronomía Mexicana, las mistelas son típicas de Chiapas, aunque también se acostumbran en Campeche, Oaxaca, Tabasco y Yucatán. En Oaxaca se preparan mistelas de frutas como nanche, mango y ciruela, maceradas en alcohol de 96° y agua, pero el valor más importante reside en la fruta, pues se vende como golosina o postre y es muy apreciada.
Se toman en fiestas, reuniones o bailes. Se toman antes o después de la comida, como digestivo o aperitivo.
