¿Por qué no deberías cocinar pechugas de pollo con tiras blancas?

Lo mejor es consumir un pollo orgánico y sin tiras blancas.
pollo

De acuerdo a un estudio de Compassion in World Farming, las líneas blancas de las pechugas no indican un marmoleado de grasa como en el caso de la carne de res. Las tiras blancas indican un desorden muscular del pollo, lo que provoca que el músculo se atrofie y se reemplace con mucha más grasa y colágeno. Lo que da como resultado una pechuga con menos proteína.

Estos pollos no aguantan el peso que cargan, su corazón y pulmones no pueden satisfacer la demanda de oxígeno y nutrientes. Generalmente es un pollo industrial que no se mueven mucho y que pasa toda su vida en un espacio reducido. Las condiciones, en su mayoría no son higiénicas debido a la sobrepoblación de pollo en las granjas.

De acuerdo a datos de Lucky Peach “The Chicken Issue”, la producción industrial de pollo contamina el agua y el aire. Si cada pollo produce 1 kilo 100 gramos de estiércol, al rededor de 68 billones kilos terminan siendo absorbidos por la tierra. La publicación explica que la FAO estima que la producción es responsable del 14.5% de los gases de efecto invernadero causado por humanos.

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Pero ¿es seguro comerlo con tiras blancas? La respuesta es —mejor— no. Aunque se puede consumir, realmente no es nutritivo ni aporta nada a tu cuerpo. Además, el sabor y la textura cambian: la carne es más dura, su sabor es blando y si lo marinas no absorberá tan bien como un pollo completamente sano. 

Lo mejor es consumirlo orgánico y libre de hormonas. No sólo es mejor para nuestra salud, también es una manera de no propagar el sufrimiento del animal en su desarrollo.