La Chula está justo entre el centro y la zona hotelera de Tulum, un restaurante de aire tropical con techo de paja y piso de cerámica colorida que centra su oferta en los productos de mar con una amplia variedad de ostras, langostas y platos a las brasas como la pesca del día, cortes Angus como la picañita, el vacío y la arrachera. La chula es una chulada —permitan la redundancia— por su ambiente, por la presentación, por la sazón de sus platillos y los precios razonables que se agradecen en un destino que se caracteriza por los costos elevados.

En los fogones, Najla Vargas, ex sous chef del mítico Le Chique de Jonatán Gómez Luna, traslada elementos de la alta cocina a este lugar donde reina un ambiente desenfadado. Los emplatados remiten a ese cuidado y atención a los detalles de un fine dining. La loza esmaltada de los platos contrasta con las copas de vino, y se agradece que prefieran el cristal al vidrio.

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Mi recomendación es empezar con una selección de ostras y seguir con un tiradito como el de hamachi, el aguachile verde tradicional o un ceviche. Los tres son clásicos de la cocina playera perfectos para abrir boca. No dejen pasar el sabroso guacamole con castacán (esos suculentos trozos de chicharrón carnudo), una perfecta combinación entre lo crocante y lo jugoso, el pulpo zarandeado que llega a la mesa con una campana que contiene humo y cualquiera de sus tacos con tortillas que se hacen a mano y al momento. Todo un lujo.

Además, dependiendo de la temporalidad, tienen productos maravillosos, como las manitas de cangrejo moro, el king crab, los camarones u10 y el bogavante preparados al vapor o a las brasas.

Hay que destacar la carta de cocteles diseñada por Richard Sandoval que combina la coctelería clásica con toques personales y creativos. La Chula es perfecto para el mood playero, para relajarse y quedarse siempre con ganas de un poquito más.

Liliana López

Dirección: Avenida Coba Sur Manzana 49, Tulum

Precio promedio por persona: $50