Bitácora del paladar: homenaje a don Armando Scannone en México

homenaje don Armando Scannone

Suele pasar que los homenajes globales llegan a destiempo. En ocasiones debemos elevar la voz para que desde el cielo nos escuchen, procurando que los filtros que generan las nubes, vuelvan nuestro grito más sedoso para así arraigarse en la nube y la respuesta nos llegue en forma de lluvia, como ocurrió el pasado lunes 30 de mayo, donde un grupo de cocineros, rindieron homenaje a don Armando Scannone, ingeniero civil y gastrónomo venezolano, que dejó un enorme legado de libros donde destacan los obras como Mi Cocina, A la manera de Caracas (1982), Mi Cocina II (1994), Menús de Mi Cocina (2010), Mi Cocina ligera (2010) y Mi Lonchera (2013).

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Don Armando Scannone migró al cielo en diciembre del 2021, dejando recetas y grandes enseñanzas para continuar cocinando platos con bella identidad venezolana, y como las enseñanzas de don Armando no se olvidan, varios amigos en la Ciudad de México invitaron a Federico Tischler, quien fue premio nacional de gastronomía en Venezuela en el 2018, a realizar una cena homenaje donde compartirían algunos platos de los recetarios publicados, bajo la interpretación franca y libre de cada cocinero.

homenaje don Armando Scannone
Foto: Beto Ballesteros

Y fue así como Maycoll Calderón en su restaurante Huset en Ciudad de México recibió a Pablo Salas, chef de Amaranta, a Gerardo Vázquez Lugo del restaurante Nicos y a Oswaldo Oliva de Lorea, quienes junto a los venezolanos Valentina Oletta y Jorge Udelman (uno de los grandes representantes de la cocina de su tierra en México con su restaurante Órale Arepa) ofrecieron la velada inolvidable en una bella noche de lluvia y estrellas, misma que, seguramente, don Armando Sannone observó con orgullo.

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Durante la cena se prepararon platos con recetas interpretadas que dieron como resultado un abanico de técnicas y sabores. Disfrutamos de huevas de pescado y crema de auyama, de la empanadita y el escabeche de pescado, de una sorpresiva olieta de gallo con su croqueta y de una buena ejecución de la cachupina con asado negro. En el set de postres hubo guanábana y cacao junto a las papitas de leche con polvorosas.

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Foto: Huset Instagram

La noche que no es ciencia cierta, nos entregó en las maravillosas imperfecciones de la cocina, un brindis con risas emotivas de los comensales, donde hubo memoria y nostalgia sobre un gastrónomo que fundó historia con letras en libros, donde la cocina investigada, explorada y apasionada, vivirá al paso de los años en los paladares de cualquier región, donde exista un venezolano que le guste comer, compartir y soñar.

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A la buena intención para homenajear, le faltó sumar a más cocineros venezolanos que viven en México, sin embargo, más allá de los eventos públicos, lo importante es que de la pasión y las letras de don Armando, la cocina venezolana se sigue moviendo por el mundo del paladar.

Instagram: @betoballesteros