Estos son los principales estilos de té y sus características

El té blanco, el verde, el oolong, y el té negro son la base de casi todos los tés, pero ¿en qué se distinguen?
estilos de té

Cuando caminas por el pasillo de los tés en el supermercado, puedes llevarte la impresión que existen un sinfín de estilos. La realidad es que todas las variaciones provienen únicamente de la misma planta, la Camellia Sinensis.  La parte de las hojas utilizada y el tipo de proceso derivará en alguno de los cuatro estilos principales de té: verde, blanco, negro y oolong.

Estos cuatro tés conforman casi todas las bases de los tés que consumimos. Pero suficiente con la plática de plantas, más bien te queremos contar sobre las características de cada estilo y en qué se distingue del resto.

Té Blanco

té blanco

Es el menos procesado de todos y esto le aporta más beneficios a la salud. Lo obtienen recolectando los brotes del árbol con mucho cuidado para evitar dañar las células internas o producir fermentación, que deriva en notas amargas. Después se dejan marchitar para después ser secadas al sol para evitar la oxidación. Al infusionarse tiene un tenue color dorado y su sabor es muy ligero con una textura suave.

Té Verde

té verde

Intentar que  la oxidación de la hoja sea lo menor posible es lo más importante en el proceso para crear este estilo. De no ser así el té pierde su coloración y sabor característico. La hoja es recolectada a mano, marchita, calentada y después enrollada antes de secarla y cernirla.  Cuando lo infusionas el agua se torna de un color verde pálido y su sabor es tenue, vegetal y un poco terroso con un final astringente ligero.

Té Oolong

té oolong

Para crear este estilo la hoja se oxida o fermenta parcialmente lo que le da un sabor más intenso. La hojas y los capullos son recolectados, marchitos, fermentados, después calentados, enrollados y secados. El resultado es un té con una fragancia fresca, sabores a malta, frutas y madera. Su coloración que puede ir del verde oscuro al negro también dictará si es más frutal o más terroso.

Té Negro

té negro

La larga oxidación de su hoja lo vuelven el té más procesado. Pero antes de la oxidación la hoja es recolectada, marchita, enrollada, fermentada y por último secada. Tiene el sabor más intenso con notas a madera y tierra, su cuerpo es menos ligero así como su nivel de cafeína superior. Por ello es común que sea uno de los tés de desayuno más populares.