Esta sopa coreana es demasiado buena para comerla solo en el Año Nuevo Lunar

En una noche tranquila cuando se te antoja una sopa caliente con texturas seductoras y sabores tradicionales, la tteokguk será tu mejor amiga.

Por Ann Taylor Pittman

marzo 23, 2021

Esta sopa coreana es demasiado buena para comerla solo en el Año Nuevo Lunar

Foto: Foto: Jennifer Causey

Cuando era un niño creciendo en Mississippi, nuestras celebraciones de Año Nuevo estaban basadas en las comidas tradicionales del América del Sur —coles verdes guisadas, frijoles hervidos a fuego lento con papada de cerdo y una sartén con un pan de maíz crujiente, por si acaso. Después durante mi adultez, mientras descubría más de la cultura coreana de mi madre, aprendí sobre el Año Nuevo Lunar, que usualmente ocurre en enero o febrero. Para millones de personas alrededor del mundo, y especialmente en el este de Asia, es un día para estar en familia, donde se hace homenaje a los ancestros. Y la estrella de las celebraciones familiares en Corea, hablando de comida, es la sopa de pastel de arroz.

Tteokguk (se pronuncia algo así como Duk-gook) es una sopa de pasteles de arroz suaves cocinados en un caldo caliente traslúcido. Al igual que la comida americana de Año Nuevo, es un platillo de buena suerte con un significado muy simbólico. El color blanco del pastel de arroz significa pureza, por lo que la sopa representa una forma fresca de comenzar el año. Tradicionalmente, cuando disfrutas tu tazón de sopa de pastel de arroz de Año Nuevo, tu edad aumenta un año. Aunque la sopa también puede hacerse con pollo, puerco, faisán o mariscos, hoy en día es típico hacerla con carne de res.

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Mi versión comienza por hervir a fuego lento trozos de falda de res que compro en la tienda (para darle al caldo un buen comienzo de sabor) y agua, junto con cebolla y ajo. Después de un par de horas, la falda está perfectamente masticable y tierna, lo que significa que puedes triturarla, pero conserva su consistencia. Esta carne se sazona con ajo y aceite de sésamo, convirtiéndose en una guarnición abundante para la superficie de la sopa.

Después, el caldo se sazona con uno de mis nuevos ingredientes coreanos favoritos: sopa de salsa de soya (guk-ganjang). Es un subproducto del doenjang, una pasta de soya fermentada similar al miso, aunque está llena de color y más sal que la salsa de soya regular, con algunas notas fermentadas. Una pequeña cantidad sazonará toda la olla de la sopa sin volverla muy obscura. Debes ir a un buen mercado asiático para encontrarla, te será muy útil; puedes usarla para darle sabor a vegetales y frituras, así como para la sopa. Si no puedes encontrarla o no quieres tener una botella en tu despensa, puedes sustituirla por salsa de pescado.

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El alma de la sopa, por supuesto, son los pasteles de arroz —planos, discos ovalados con una irresistible textura y un suave sabor a arroz. También puedes encontrarlos en los mercados asiáticos, por lo general en la sección de refrigerados y en ocasiones en los congeladores. En lo personal siempre trato de buscar una marca que esté hecha solo con arroz y sal; muchas opciones contienen alcohol etílico, que a mi parecer no le da buen sabor.

Y tal como esos platillos americanos de Año Nuevo, la sopa de pastel de arroz es simplemente muy buena para solo comerla una vez al año. Es perfecta para cualquier momento, pero especialmente en una noche tranquila cuando tienes antojo de un plato de sopa caliente con una textura seductora y una riqueza de sabores tradicionales.

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