A lo largo de la ruta 128 en Calistoga, California, se encuentra lo que alguna vez fue una gasolinera abandonada. Construida en la década de 1930 con una vibra completamente clásica de Art Déco, dejó de bombear gasolina a finales de los 70’s o inicio de los 80’s y permaneció intacta durante 30 años.
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Así fue hasta que, en 2014, cuando los veteranos de la industria vinícola, James Harder y Jim Rugusci descubrieron una forma de devolverle la vida a la estación con Tank Garage Winery.
Tank no es la típica experiencia de cata de vino en el Valle de Napa. Con una sala de degustación llamada “lubricación” y vinos llamados como “La Revolución no será televisada” y “Ámame ahora, más que nunca”, Tank es una oda a los soñadores.
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En los primeros años de su carrera, Harder visitó una bodega en una vieja gasolinera en Walla Walla, Washington que en algún momento serviría como la inspiración de un proyecto que perseguiría algún día.
Harder, junto al jefe de marketing Ed Feuchuck y el enólogo en jefe Bertus van Zyl, colaboran constantemente para desarrollar vinos que tengan historia, etiquetas propias y originales.
En promedio, la mayoría de las bodegas trabajan con 4 a 8 variedades de uvas para producir mezclas de vino que se embotellan y maduran para vender. En 2019, Tank prensó 47 variedades de uvas diferentes para experimentar con sabores y texturas diferentes en el vino.“La mayoría de las bodegas se enfocan en una sola variedad, región o estilo, y obtienen su reputación por producir ese vino en específico; lo que puede limitar la cantidad de experimentos que pueden hacer.” comenta Van Zyl.
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Él y su equipo buscan los mejores lugares para crecer las variedades con las que trabajan y se esfuerzan para mantener buenas relaciones con sus productores.
“La mayor parte de nuestros ‘elementos salvajes’ los encontramos fuera de Napa. A veces se acercan los propios productores de uva y otras, nosotros mismos al salir y encontrar, por ejemplo, viñedos en Mendocino, Sierra Foothills y Contra Costa,” dice van Zyl. “Una vez que las uvas son cosechadas y transportadas a la bodega es cuando realmente intentamos no equivocarnos.”
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El equipo de Tank, liderado por Van Zyl, utiliza diferentes métodos de vinificación, como la fermentación de racimos enteros (que implica pisar las uvas), y técnicas de extracción para decidir cuánto tiempo permanecen las uvas con los hollejos y en qué momento prensar el jugo. La mayor parte de los vinos, sin contar las variedades de Burdeos, se colocan en barriles viejos de mayor capacidad que pueden contener hasta 500 litros de vino.
Después de aproximadamente un mes, Harder, Van Zyl y Feuchuck se reúnen para discutir como combinar y comercializar los vinos en producción, analizando todas las opciones. Algunas de las amadas creaciones del pasado, que ahora habitan “La Bóveda” incluyen una botella cromada, creada como una carta de amor a los clásicos automóviles americanos, un vino espumoso 100% Barbera Pét-Nat, y un Cinsault totalmente natural.
Una parte que hace que Tank sea único es su iniciativa filantrópica: “Tank Cares“. La organización se creó de manera orgánica después de apoyar a los viñedos vecinos, afectados por los incendios forestales del 2017. “La primavera siguiente, producimos un lote realmente pequeño de vino 100% Charbono, invitamos a la gente a contribuir con arte para la etiqueta y se agotó de inmediato,” recuerda Feuchuck.
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“En 2019 queríamos recaudar, y donar $20,000 USD para causas caritativas en las que creemos, y así lo hicimos. Estamos realmente orgullosos de lograr estas cosas y cuanto más las hacemos, más nos damos cuenta de que podemos causar un impacto.”
En 2020, “Tank Cares” lanzó “This Too Shall Pass,” un vino ensamble de producción limitada cuyos beneficios se destinaron al Fondo de Ayuda contra el Coronavirus “GlobalGiving”. En 2021, lanzaron otro proyecto en colaboración con jóvenes artistas negros, para poder crear consciencia sobre la injusticia y la discriminación racial.
Algunas otra razones y causas por las que han recaudado recursos incluyen: los derechos reproductivos, la sensibilización sobre la salud mental, ayuda humanitaria para Ucrania y la Fundación para la Atención Sanitaria del Sida.
“Aprendemos y evolucionamos constantemente para ayudar a que los soñadores sigan soñando.” Comenta Harder. “Somos muy apasionados sobre lo que hacemos, y creemos que nuestra buena fortuna debe llevarnos a devolver más y generar buena fortuna para los demás”.
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