Los enlatados que siempre es bueno tener en la alacena

Una lata de anchoas puede realzar tu mayonesa casera en dos segundos.

noviembre 15, 2019

Los enlatados que siempre es bueno tener en la alacena

Foto: Pixabay

Tanto españoles como portugueses, han creado todo un tipo de cocina alrededor de los enlatados. En los bares y sidrerías es común encontrar tapas con ostiones ahumados, boquerones, huevos rotos con angulas, bonito del norte con pimientos y una lista infinita de combinaciones.

En México, la cultura del enlatado también está presente, pero con otros ingredientes, que no necesariamente son mariscos o pimientos. Pero cada vez más es común servirlos y comerlos como botana en reuniones. Si eres nuevo en el mundo de los enlatados y conservas en aceite de olivo, aquí te dejamos 5 enlatados que debes tener en tu alacena para botanear o salir de un apuro.

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Anchoas

Las anchoas enlatadas son súper versátiles. La puedes utilizar para sazonar una mayonesa, en una vinagreta o simplemente como botana con queso manchego y pan. También, quedan muy bien guisos calientes como salsas de pasta y pizzas caseras.

Aceitunas

Existen muchos tipos de aceitunas, pero si quieres sorprender a tus invitados, unas aceitunas kalamata o una aceitunas manzanilla sin hueso, son de las más populares y ricas de los enlatados.

Ostiones ahumados

Los ostiones ahumados sirven para pastas, ensaladas, como botana e incluso para hacer dips. Un dip de ostión ahumado con queso crema y hierbas aromáticas es algo rápido y fácil de preparar.

Chiles largos en escabeche

Estos chiles quedan bien en mariscos (como el bacalao), en ensaladas y cortados en trozos para aderezar algún platillo. No son muy picosos y el escabeche añade un toque de acidez que queda bien con sabores marinos.

Sardinas

Las sardinas, probablemente son el enlatado más común que hay en el supermercado. Pero que esto no te engañe, por mucho tiempo, se ha considerado que las sardinas son de baja calidad o que no es producto que valga la pena comer. Pero todo lo contrario, estas quedan perfectas para comer en verano en una ensalada caprese, en salsas de tomate, guisos de largas horas, solas con queso y hasta en tacos con col picada y limón.

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