En Yucatán hay un sinfín de variedades de pan, como las hojaldras, los cocotazos y las bolitas de queso, sólo por mencionar algunas. Pero el tuti es especial, un pan cuadrado o redondo (depende del pandero), de corteza crujiente y relleno suave, que combina hojaldre, mantequilla, azúcar y queso para el relleno.
En Yucatán, este pan hace apariciones regulares en la mesa del desayuno y es parte de la cultura popular. La palabra tuti se utiliza coloquialmente para referirse a personas engreídas o pretenciosas. En maya viene de tuut que significa relleno o rellenar.
A mediados del siglo XIX el pan que más se consumía en Yucatán era de maíz pero tras la llegada de las diferentes variedades de pan español y francés las opciones para preparar masa se diversificaron.
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En la panadería peninsular, el mestizaje derivó en esponjosos panes brioche, panes de caja rellenos de queso, barras de pan parecidas a una baguette y, de textura crujiente como los tutis.
En Yucatán los toparás en panaderías locales y, con frecuencia, en los restaurantes. En la Ciudad de México los puedes encontrar en los Bisquets Obregón o en Cuernavaca en el restaurante El Faisán.
