¿Cuánta comida desperdiciamos?

Un tercio de todos los alimentos producidos en el mundo se pierden o desperdician
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¿Te has detenido a analizar cuánta comida desperdiciamos al día? Si tu respuesta es no, no te sientas mal, lo cierto es que este problema tiene poco tiempo en la conciencia del mundo, pero urge atenderlo.

Las cifras sobre la comida que desperdiciamos anualmente son alarmantes, de acuerdo con un informe realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la organización británica sobre residuos WRAP, en el 2019 hubo un total de 931 millones de toneladas de alimentos desperdiciados.

El estudio liderado por la ONU también reveló que la mayoría de esta comida desechada proviene directamente de los hogares, un 61%, es decir de la manzana que ya no te comiste, el jamón que dejaste olvidado en el refrigerador o ese plátano que con los días se hizo café y decidiste que ya no estaba bueno. Mientras que un 26% pertenece al servicio de alimentos (restaurantes, hoteles o establecimientos) y un 13% viene del comercio.

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En un principio se pensaba que el mayor desperdicio alimenticio se realizaba en países desarrollados, ya que se creía que la población simplemente compraba más de lo que podía comer, pero actualmente este problema no excluye a países en vías de desarrollo, lo peor es que la mayoría de estos no tiene información concreta del tema.

Al hablar de Latinoamérica, los investigadores lograron recaudar información sobre cuatro países y concluyeron que México es el país en el que desperdiciamos mayor cantidad de comida, alrededor de 94 kilos por persona al año, en segundo lugar tenemos a Colombia con 70, seguido por Brasil con 60 y finalmente Belice con 53.

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Foto: Unsplash

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¿Cuáles son las consecuencias?

El desecho de alimentos en estas cantidades tiene un impacto económico, social y ambiental, según la ONU se estima que entre el 8 y el 10% de las emisiones globales de efecto invernadero se asocian directamente con la comida que no se consume, por lo que sin duda alguna esa manzana que tiraste hace unos días contribuyó a empeorar el cambio climático.

Por otra parte, al hablar de economía este problema afecta el bolsillo de los consumidores y el mercado en general, la creciente demanda de los alimentos aumenta los precios. Al mismo tiempo esto se liga a una problemática social, pues limita más el alcance de los productos para los sectores de bajos recursos, además que al desperdiciarse alimentos durante toda la cadena de suministros se reduce la disponibilidad de ellos aumentando la hambruna.

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¿Qué podemos hacer para reducir la comida que desperdiciamos?

– El programa de medioambiente de la ONU decidió lanzar el objetivo de reducir a la mitad el desperdicio mundial de alimentos per cápita para el 2030, como ciudadanos es nuestro deber exigir a los gobiernos tratar este tema y establecer soluciones en sus agendas.

– Tocando soluciones más personales, lo que mejor que podemos hacer es comprar de forma planificada y la cantidad de porciones que realmente utilizaremos.

Greenpeace aconseja optar por cadenas agroalimentarias cortas que eliminan intermediarios y reducen las pérdidas durante otros procesos.

– Revisa y entiende las fechas de vencimiento de cada producto, en caso de que alguno este próximo a caducar y no puedas consumirlo, siempre funciona el congelarlo.

– Evita tirar a la basura las frutas y vegetales que se ven “feos”, si están muy maduros busca recetas o alternativas en las que puedas utilizarlos de esa manera, con ayuda de un cuchillo puedes quitar la parte mala y conservar el resto.

– Mantén tu refrigerador a una buena temperatura para que los alimentos duren más tiempo, se recomienda tenerlo aproximadamente en 5 ºC.

– Si no utilizarás toda la comida que tienes en casa y no quieres desperdiciarla, dónala a alguna institución benéfica para personas vulnerables antes de que se descomponga.

– Utiliza los desperdicios verdes (frutas, vegetales y cáscaras de huevo) para preparar compostas y tener un abono natural para tu jardín.

– Busca alternativas para utilizar o reciclar las cáscaras, huesos y residuos de algunos alimentos.

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