Al ver una carta de vinos, es natural sentirse algo confundido. No solo hay varietales, cosechas y nombres de viñedos por comprender, sino que también puede haber descriptores de sabor que son súper específicos. Tal vez el Cabernet Sauvignon tenga cuero al final o el Sauvignon Blanc tenga un aroma abrumadoramente súper fuerte como el de un vinagre pasado. Sea cual sea el caso, las notas de cata pueden ser algo complicadas de entender.
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Y si bien algunas características pueden parecer poco atractivas, son solo una parte de lo que hace que un vino sea complejo. Y no, los sumilleres no extraen estos oscuros ingredientes de la nada: prueban y evalúan cuidadosamente el vino para escribir notas de cata.
Comprender las notas de cata es importante para cualquiera que le guste beber vino. Esencialmente, son la clave para saber lo que te gusta y lo que no te gusta de lo que hay en tu copa, y pueden ser fundamentales para comprender qué combina mejor con el plato que estás cocinando. Por ejemplo, algunas personas prefieren que su vino blanco esté cargado de sabores de frutas tropicales como: mango y papaya. Mientras que otras prefieren algo más a roble y mantecoso. Algunas personas quieren tintos grandes y audaces, otros prefieren vinos ligeros y brillantes con notas de cata de fresas y cerezas rojas. Una vez que sepas cómo identificar estas características, puedes comenzar a comprender cómo las variedades del vino, las condiciones de cultivo y el terruño afectan el sabor y el aroma. Resulta que escribir tus propias notas de cata es más fácil de lo que piensas.
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Durante el 40º aniversario del Food & Wine Classic en Aspen, la escritora de vinos y presentadora de televisión Leslie Sbrocco guió a una audiencia de asistentes a través de una cata a ciegas durante un seminario llamado “Escribe tus propias notas de cata”. Al final, el grupo creó colectivamente notas de cata para seis vinos, todo gracias a los cuatro pasos de Sbrocco. “Mira, gira, huele y bebe”, dice ella. “Esa es la mejor manera de averiguar si te gusta un vino o no te gusta un vino”, afirmó la experta.
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Paso 1: Observar
Antes que nada, Sbrocco animó a los asistentes a levantar sus copas e inclinarlas ligeramente sobre sus manteles individuales blancos, una plataforma ideal ya que el blanco no obstruye el color del vino. Si estás probando varios vinos, Sbrocco sugiere ponerse de pie y mirar la copa desde arriba para comparar los colores de los vinos. “Cuando miras el color, nos dice muchas cosas”, dice ella. “Tal vez tratamiento de roble o edad”. El vino tiende a cambiar de color con la edad debido a la oxidación. “Se corta una manzana o una pera. ¿Lo que sucede? Se oxida. Se vuelve marrón. Así que con el tiempo un vino se va a oxidar”. Con los vinos blancos eso significa que el color se vuelve más oscuro y dorado, y con los tintos, el color se vuelve más marrón con el tiempo.
También puedes tener una idea del cuerpo del vino, o la viscosidad, solo en función de la rapidez o la lentitud con que gotea por el bulbo interior de tu copa de vino.
Paso 2: El remolino
La gente no solo agita el vino porque es divertido. El acto de hacer girar una copa de vino expone el vino al oxígeno, lo que le permite liberar más aroma y abrir su sabor. Como experimento, puedes intentar oler y probar un vino antes y después de agitarlo. Verás cuánto más fácil es definir las notas de cata con un simple remolino.
Paso 3: Oler el vino
No seas tímido. Mete la nariz en la copa de vino y huele. Trata de tomar inhalaciones más pequeñas y cortas para no desgastar su nariz. Luego, simplemente observa qué olores te vienen a la mente. Podría ser algo floral, algo picante o incluso algo original. Para ayudar a los asistentes a identificar estos olores, Sbrocco les entregó grandes hojas de papel, impresas con descriptores comunes del vino como “roble”, “aromático” y “afrutado”.
Paso 4: Beber el vino
¡Es hora de degustar y armar tus notas de cata! Toma un sorbo y piensa en los sabores que golpean tu lengua. ¿Cómo se comparan o contrastan con el olor? ¿A qué te recuerdan?
Recuerda, está bien si lo que pruebas es diferente de lo que prueban los demás. También está bien si tus preferencias de vino no son las mismas que las de los que lo rodean. De cualquier manera, esta es tu oportunidad de identificar las notas de cata y decidir si esas características son de tu agrado o no.
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