El Champagne es un vino espumoso de la región de Champagne en el norte de Francia que cuenta con denominación de origen, por lo que solo los elaborados bajo la AOC Champagne pueden estar etiquetados de esa forma. (Recientemente en Rusia se aprobó una polémica ley que permite etiquetar solo los vinos espumosos rusos como “Champagne”).
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Tomamos Champagne porque celebramos una nueva vida, una unión, un éxito profesional o una meta cumplida; tomamos champagne para seducir y para enamorar, así como para marcar el inicio o el fin de una etapa. Sin embargo este delicioso vino espumoso no debería estar entrelazado solo a los grandes momentos, sino unido a la felicidad sencilla de las cosas cotidianas.
¿Por qué se considera Champagne?
Para ser considerado Champagne, además de su origen debe estar elaborado por el método tradicional o método champenoise. Este método es mediante el cual el vino consigue sus características burbujas, comienza con una fase llamada “tiraje”, que es cuando el vino de base se mete a una botella y se agrega una mezcla de levaduras y azúcar diluidos en vino de base denominado “Licor de Tiraje”, posteriormente se cierra herméticamente la botella y se deja en posición horizontal en reposo para que suceda una segunda fermentación en su interior. Gracias a esto se forman las burbujas y a esta fase se le conoce como “toma de espuma”.
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La siguiente fase es la “crianza en rima” o “crianza sobre lías” (que son las levaduras que mueren después de la fermentación y forman un deposito en la botella), el contacto prolongado del vino con las lías aporta al Champagne estructura, complejidad y elegancia. Además a mayor tiempo en rima, la burbuja se integra más al vino y es más fina.
Para separar el líquido en la botella del sedimento de las lías y dejarlo limpio y brillante, se debe de proceder a una fase llamada “removido”; esto tradicionalmente suele hacerse de forma manual poniendo las botellas en unos pupitres de madera y girar la botella 1/8 o 1/4 de vuelta y al mismo tiempo enderezando la botella para conseguir que el sedimento baje al gollete o a la apertura de la botella. Una botella se mueve en promedio 25 veces en un periodo de un mes y medio y las personas que se encargan de esta labor pueden hacer este movimiento aproximadamente 4000 veces por día. Existe una maquina llamada Gyropalet que realiza esa función de forma automática.
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La fase final, antes de cerrar la botella y vestirle para ser comercializada es la “dosificación”, que es cuando se agrega una mezcla de azúcar disuelto en vino y que determinará qué tan dulce o seco será el producto final.
Aquí los 10 datos que debes conocer acerca de esta bebida llena de alegría
- Aunque comúnmente encontramos Champagne de las variedades de uva Chardonnay, Pinot Noir y Meunier, también existen 4 variedades más aprobadas para la elaboración que son: Arbane, Petit Meslier, Pinot Blanc y Pinot Gris, entre las 4 variedades no representan más del 0,3% del viñedo de Champagne.
- Un Champagne blanco elaborado solamente con uvas blancas se conoce como “Blanc de Blancs” mientras que un Champagne blanco elaborado solamente con uvas tintas se conoce como “ Blanc de Noirs”.
- La región de Champagne está dividida en 5 zonas, en las que hay 42 comunas con viñedos clasificados como Premier Cru y 17 con viñedos clasificados como Grand Cru (la clasificación más alta), esto quiere decir que esos viñedos han demostrado su habilidad para producir uvas de gran calidad que se convertirán en Champagnes excepcionales.
- El tiempo mínimo legal que debe pasar entre el tiraje y la expedición para Champagne es de 15 meses, si es un Champagne de añada, conocidos como Millésime, ese tiempo aumenta a 3 años. Hay grandes Champagnes que tienen hasta 10 años de crianza.
- Según su dosificación están clasificados de la siguiente forma (de más dulce a más seco): Doux, Demi-Sec, Dry, Extra Dry, Brut, Extra Brut, Brut Nature. Esta información está siempre en la etiqueta.
- La presión que hay en una botella de 750 ml es de 5 a 6 atmósferas (mayor a la presión estándar de una llanta).
- La forma correcta de abrir una botella de Champagne (o cualquier espumoso) es aflojar el morrión (la estructura metálica que sujeta al corcho) deteniéndolo en todo momento con el dedo pulgar y girar la botella lentamente sosteniéndola con la otra mano por la parte inferior, esto debe producir un sonido suave y no una fuerte explosión.
- La temperatura ideal de consumo es alrededor de 8-10 ºC.
- Al elegir una copa, la mejor opción es una copa de cristal con el cáliz mas amplio, puede ser una copa que utilizarías para vino tinto, no la tradicional flauta ya que en una copa más abierta los aromas del vino serán mas expresivos.
- En una copa de Champagne hay aproximadamente 1 millón de burbujas.
*Esta nota originalmente fue publicada en Forbes México
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