Bodega Cepa 21 celebra México con un maridaje en Limosneros

De la mano del sommelier Pablo Mata y el chef Atzin Santos, el restaurante del Centro Histórico ofreció un menú que enlaza las etiquetas españolas con la comida mexicana.
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México es un país de mezclas; una nación que se precia del mestizaje que nació hace siglos. Uno de los más significativos es, sin duda, la simbiosis cultural y gastronómica que ha existido gracias a la llegada de los españoles a tierras aztecas, aunque, por supuesto, no haya sido el único.

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Ingredientes como el limón o el cerdo se han quedado en México para integrarse a la oferta culinaria —¿alguien imagina a Guadalajara sin las carnitas o a nuestros tacos sin limón? —. El vino hoy forma parte de nuestros banquetes, ya sea para acompañar una comida o celebrar una ocasión especial; razón por la cual Bodegas Cepa 21 presentó una exclusiva selección de vinos de Ribera del Duero para honrar el mes patrio con un maridaje que prolonga la celebración más allá del 15 de septiembre.

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Foto: Cortesía Cepa 21

Un menú digno de celebración

Durante un día que es inolvidable para los mexicanos por razones azarosas y sorprendentes, el 19 de septiembre nos reunimos con el chef Atzin Santos y el sommelier Pablo Mata en el restaurante Limosneros, para honrar las celebraciones patrias disfrutando las principales etiquetas de la bodega Cepa 21: Hito Rosado, Tinto, Malabrigo y Cepa 21.

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Abrimos boca con el Hito Rosado, un vino fresco, ligero y expresivo, nacido en 2010, que combinamos con ceviche de sandía con aguachile. Luego pasamos al Hito Tinto, el vino más joven de Bodegas Cepa 21, que se acompañó con un plato de chacales en recado negro, más consistente y fuerte que la primera propuesta.

Después, para el tercer tiempo, nos enfocamos en el Cepa 21, un vino que nació en el 2002 como el primer tinto de crianza, cuyas notas frutales e intensas, fueron la compañía perfecta para acompañar el taco de arrachera con membrillo y pico de gallo de xoconostle que el chef Atzin preparó para nosotros.

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La tarde transcurrió entre charla y aprendizaje, pues Pablo Mata nos explicó más a detalle cada uno de los vinos de la bodega, incluyendo la joya de la corona: el Malabrigo, el tinto estrella que destaca por la franqueza del tempranillo, que aporta cuerpo, complejidad y elegancia, dignas de maridarse con unas chuletillas de cordero con mole encacahuatado.

No cabe duda que la calidad es el mayor regalo que podemos apreciar al probar los vinos de esta bodega originaria de Ribera del Duero, pues lleva la firma de su creador, José Moro, uno de los 100 empresarios más creativos, de acuerdo a la revista Forbes.

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