El aumento de los niveles de dióxido de carbono es una de las principales causas del cambio climático. Más allá de solo reducir las emisiones, algunos científicos creen que podría tener sentido aspirar literalmente el dióxido de carbono de la atmósfera. Pero aquí hay una idea que suena aún más loca: ¿Qué pasaría si pudiéramos convertir el dióxido de carbono en alimentos y comerlos? Una startup en Finlandia llamada Solar Foods está planeando llevar un producto así al mercado, lo que se traduce en la “comida más ecológica que existe”.
En 2017, el Dr. Juha-Pekka Pitkanen comenzó a trabajar en esta tecnología en el Centro de Investigación Técnica VTT de Finlandia. Al parecer, sus esfuerzos demostraron ser lo suficientemente exitosos y comerciales para asociarse con Pasi Vainikka, quien ahora se desempeña como CEO de su empresa conjunta, Solar Foods. Ellos consideran sus resultados como “alimentos del aire” y por más futuristas que parezcan, su compañía ya está haciendo su primer producto en maquetas —Solein— que esperan vender en el 2021.
Solein comienza su vida como un polvo que se produce en un proceso similar a la vinificación. Sin embargo, en lugar de levadura, Solar Foods utiliza una bacteria patentada y en lugar de uvas, alimentan a la bacteria con dióxido de carbono, hidrógeno y otros nutrientes. El líquido resultante se puede secar en una proteína en polvo que, según lo que dijo Vainikka a FoodNavigator-USA, es un poco como harina de trigo, pero con muy poco sabor fuera de un ligero toque de umami. “El sabor se hará en la aplicación final, ya sea que hagas un helado, una alternativa de carne a base de plantas, pan o pasta”, dijo de acuerdo al sitio.
Por supuesto, la pregunta se convierte en ¿por qué hacer un alimento que solo debe debe saber a otros alimentos? Ahí es donde entran en juego las credenciales ambientales de Solein. Vainikka no solo dice que el polvo es mejor para el planeta que la carne, sino que es más respetuoso con el medio ambiente que las proteínas de origen vegetal: 100 veces mejor que cualquier otra proteína, según sus estimaciones, usando 250 veces menos agua y diez veces menos tierra que la soya. En esencia, Solein les permite “desconectar la producción de alimentos de la agricultura”, como él lo expresa. “Pensamos que producir alimentos a partir del dióxido de carbono, agua capturada desde el aire y electricidad renovable sería el alimento más respetuoso con el medio ambiente que existe“.