El affogato es un postre a base de café expresso y una bola de helado de vainilla. Ha estado presente desde hace mucho tiempo en los menús de muchos restaurantes. Y en los 90, fue muy popular en la Ciudad de México, pero poco a poco perdió su boom y se convirtió en un postre que tomabas con tus abuelos en los restaurantes tradicionales.
Hoy en día, parece que el affogato tomó un segundo aire y se está popularizando en pequeños cafés y restaurantes no sólo de México, sino del mundo. ¿El giro? unas gotas de ron o Frangelico.
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Uno de los lugares que se ha encargado de popularizar el affogato es Caffe Panna en Nueva York. Sus audaces mezclas hacen que la gente espere pacientemente por el suyo. Aquí lo preparan con helado de vainilla, chocolate, café o coco. Todos los días hay un affogato del día que varía dependiendo la temporada.
Pero no sólo los neoyorkinos están dando de qué hablar, también nuevas versiones del affogato se pueden degustar en las gelaterías más famosas de Italia, como Carraia en Florencia, donde lo preparan con el gelato de tu elección. En México, poco a poco están resurgiendo y los puedes probar en lugares como Cicatriz y Alma Negra Café.
Pero la gran tendencia del affogato es en realidad, hacerlo en casa. Es muy sencillo, sólo necesitas: buen café expresso, helado de vainilla o pistache (le da un toque de nuez), licor de avellana y soletas. Pero si quieres llevarlo a otro nivel, te recomiendo que lo hagas en un pyrex.
Lo primero que debes hacer es colocar las soletas en un recipiente grande, añadir el helado un poco suave y distribuir muy bien, coloca más soletas y congela. Al momento de servir añade el café, unas gotas de licor de naranja y corta en rebanadas cuadradas. Termina con una cuchara de crema batida y ralladura de chocolate amargo.
