Alfredo Villanueva es un chef conocido mayormente por sus proyectos en Monterrey. Pero fue al Valle hace como ocho o diez años y como cientos de nosotros se enamoró del lugar. Según me cuenta Denisse Theurel su esposa y con quien comparte la operación del restaurante, desde aquel entonces sintió ganas de abrir algo ahí.
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Los años pasaron, los astros se alinearon y este cocinero se encontró con tres pérgolas en el terreno de las cavas de Santo Tomás, que se convirtieron en su lienzo en blanco. Ahí construyó una cocina de ensueño al aire libre, llamada Villa Torél, de donde ahora salen platillos que llevan su sello goloso.
Denisse define este restaurante, que abrieron en 2019, como un lugar orgánico, sin pretensiones. Es una locura extraordinariamente bien encaminada.
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Para mí es un sitio en el que no sabes ni a dónde voltear. Al frente tienes una vista de ensueño, del campo flanqueado por montañas. Hacia abajo están tus platos si la elección fuera mía, definitivamente serían unos taquitos de papa con coctel y callo y una berenjena con jocoque y tu(s) copa(s) de vino en mi caso, el Pilón de Vinisterra. Si miras hacia atrás, encuentras toda la acción de esa cocina que parece sacada de una revista de arquitectura.
Cualquier día de la semana es bueno para visitarlos. Pero si quieren ponerse un poco más aventureros, yo recomiendo ir en lunes. Ellos lo llaman liernes (porque descansan martes y miércoles) y es un día dedicado a la industria, donde preparan un menú con lo que se les antoja ese día en la mañana. En Villa Torél casi siempre hay un DJ preferentemente local y todo el mundo lleva su vino, porque no cobran el descorche. La intención del liernes es hacer comunidad.
Dirección: México 3 Km 94, Villa de Juárez, Baja California
Sitio web: villatorel.com
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