Una de las funciones del arte es conectarnos con una parte placentera, pero también tiene una función social y política. No entraremos en detalles estéticos respecto a la teoría del arte ni citaremos a Adorno, Berman o Barthes, pero sí presentaremos a un artista mexicano que retoma elementos de la gastronomía mexicana para plantear cuestionamientos sociales y crear herramientas estéticas.
Balam Bartolomé es un artista visual nacido en Ocosingo Chiapas. Ha tenido exposiciones individuales y colectivas en bienales alrededor del mundo, las más representativas son Mexímoron, en el Museo Nacional de las Intervenciones (2018) y Revés, en el Museo Carrillo Gil (2014).
También puedes leer: Los hijos del maíz: cortometraje sobre las mujeres que conservan la tradición de nixtamalizar el maíz
“Parte de mi leit motiv como artista, de un tiempo para acá, ha sido la forma en que las culturas contemporáneas se relacionan con su pasado. A partir de una residencia que tuve en Oaxaca empecé a pensar qué elementos podíamos tener en común todos los ciudadanos que habitamos el territorio nacional”. Balam Bartolomé
En el trabajo de Balam esto significa identificar la relación entre individuo, naturaleza e identidad como un sistema orgánico y a la realidad como laboratorio sin terminar. Algunas de las premisas de su trabajo son el reconocimiento geográfico, la posición del artista dentro de su contexto y las fronteras simbólicas, y la noción de identidad y nación.
A raíz de esa postura, Bartolomé ha sido capaz de crear algunas piezas que se centran en retomar algunos ingredientes o platillos endémicos como el maíz o el aguacate, siempre con la finalidad de mostrar un cuestionamiento social a través de sus obras de arte. A continuación, una pequeña selección.
También puedes leer: El whisky de maíz cacahuazintle que dona el 100% de sus ventas a la industria hospitalaria
El aguacate es un lujo
El artista chiapaneco creó la obra “Objeto ritual estacional”, con pintura acrílica sobre aguacate. Según él, el aguacate es el oro verde de México y se ha vuelto un bien suntuoso, similar a otra mercancía de lujo. Según la Profeco, el precio más bajo de aguacate en 2019 fue de $58.90 por kg, mientras que el precio más alto fue de $99.50 por kg.
Así, después de que las redes sociales se incendiaran con la salida del bolso huevo de la marca Louis Vuitton hace un par de años, el artista relacionó el lujo de dicha prenda con el prestigio y precio que ha alcanzado el aguacate en algunas latitudes. Bartolomé señala que desde hace más de 25 años esta marca se ha valido de colaboraciones con artistas contemporáneos para ampliar su propio mercado, “para darle ese carácter de extra lujo”, como en el caso de las colaboraciones con Takashi Murakami, Sol Le Witt, los Chapman Brothers o Jeff Koons, por mencionar algunos.
En esta misma línea se encuentra también la obra “Nuggets”, la cual consiste en semillas de aguacate estofadas en hoja de oro para resaltar el lujo en el que se ha convertido, en ocasiones, este ingrediente, al grado de crear restaurantes como The Avocado Show en Ámsterdam, Avobar, en Londres y Avocaderia, en Nueva York.
También puedes leer: Hoja de aguacate: la responsable de la sazón mexicana
El maíz como moneda de cambio
Uno de los ingredientes más importantes para los mexicanos es el maíz partiendo del día a día, pero también desde mitos fundacionales como los del Popol Vuh. “La alimentación es un punto de confluencia donde todos en México estamos de alguna manera hermanados”, cuenta Balam. A partir de este pensamiento ahondó en ideas como la de su pieza “Manos haciendo mundos”, que puede verse aquí, en la que una mujer amasa maíz para hacer tortillas, acción que se traslapa a un guiño de lo que consiste en hacer un mundo y es una alusión humorística a la corriente de aquellos que creen que la tierra es plana.
“Hay una serie de poéticas interesantes en estas pequeñas acciones que parecen tan simples, cada tortilla y forma de tortear es diferente, eso queda más claro cuando pruebas tortillas hechas a mano o compradas en la tortillería, tanto influye eso como el tipo de maíz que se utiliza”. Balam Bartolomé
Para él, el arte es una herramienta que sirve como testigo de su tiempo, un ejemplo lo relata a través de su obra “An Gorta Mor (Mala Vida)”. En la exposición Mexímoron, el artista narra que en Irlanda se nombró a la Gran Hambruna, ocurrida entre 1845 y 1849, como An Gorta Mor, cuya traducción del gaélico es mala vida.
También puedes leer: De dónde viene el maíz azul y cómo diferenciarlo de las imitaciones
La papa es un producto proveniente de Sudamérica que migra hacia Europa en el siglo XVI. En Irlanda la papa era el ingrediente básico de la dieta, aproximadamente un tercio de la población dependía exclusivamente de esta cosecha, por lo que la plaga de la patata ocurrida en 1840 arruinó los cultivos y con ello la subsistencia de millones de personas, según Ireland’s Great Famine: Interdisciplinary Perspectives, lo que ocasionó la diáspora irlandesa y mermó la población casi dos millones de habitantes.
La mayoría de los migrantes irlandeses que se involucraron en la guerra de 1846 entre México y Estados Unidos, ya fuera a favor o en contra de alguno de los dos países, como es el caso del célebre Batallón de San Patricio, lo hicieron, antes que por convicción patriótica, por hallar condiciones mínimas para establecerse y construir una mejor vida en otros países, como México, Canadá, Estados Unidos y Argentina.
También puedes leer: El artista que está construyendo un muro fronterizo con queso
Los tamales y la colectividad
A partir de una residencia en Casa Wabi, Balam Bartolomé se preguntó por la importancia del maíz y de los tamales. Su pieza Tlaolli plasma sobre un tamal el escudo de la moneda nacional (un águila sobre un nopal devorando una serpiente), como elementos identitarios de la cultura mexicana.
En esta residencia, el artista dio un taller a alumnos de bachillerato y como parte del ejercicio artístico e histórico elaboraron tamales de barro en hojas de totomoxtle. El resultado son tamales de distintos tamaños y personalidades. A esta pieza, el artista le añadió un video de una mujer amasando la masa para preparar tamales con una cita del Popol Vuh sobre la génesis de los hombres y un póster del Alarma un periódico amarillista con el encabezado de una mujer que convirtió en tamales a su esposo y regaló las piezas a los vecinos, donde hace referencia a dios Mictlantecuhtli.
Para el artista, trabajar con el barro, el totomoxtle y las monedas es una forma de hacer cohesión a los materiales que utiliza como escultor, pero hacer el taller y pensarlo como una forma de aportación para crear comunidad es lo más valioso.
Si quieres conocer más de la obra de este artista mexicano, puedes entrar a su sitio web balambartolome.com o a su página de Instagram.